El Ejército del presidente sirio, Bashar al-Assad, anunció este jueves 5 de diciembre que se retiró de la ciudad central de Hama, después de que los insurgentes rompieran sus defensas. Un nuevo golpe para el régimen que ha gobernado el país desde la década de 1970, en medio del nuevo impulso de los yihadistas y rebeldes para arrebatar el control.
Hama, en el centro de la renovada disputa de la guerra en Siria, ha caído en manos de las milicias opositoras al régimen de Bashar al-Assad.
El Ejército sirio señaló este 5 de diciembre que se retiró de la cuarta ciudad del país y que se reubica a las afueras para “preservar las vidas de los civiles y evitar el combate urbano", después de lo que llamó intensos enfrentamientos.
El anuncio se produjo horas después de que los combatientes de la oposición aseguraran que habían entrado a la ciudad y que avanzaban hacia el centro.
Los rebeldes indicaron que tomaron distritos en el noreste de la ciudad y que se habían apoderado de la prisión central, de donde liberaron a los detenidos.
La cadena de televisión ‘Al Jazeera’ transmitió lo que describió como imágenes de rebeldes dentro de Hama, algunos de ellos reuniéndose con civiles cerca de una rotonda, mientras otros conducían vehículos militares y ciclomotores.
Este es un fuerte golpe para las tropas de al-Assad, días después de que los insurgentes capturaran gran parte de la cercana ciudad de Alepo, en el norte y la más grande del país.
Desde entonces, las milicias yihadistas y rebeldes siguen avanzando hacia el sur del país, desde su enclave en el noroeste de Siria.
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Con AP y Reuters