Según dos funcionarios estadounidenses citados por AP, el Servicio Secreto estadounidense habría recibido información sobre un presunto complot fraguado desde Irán para matar al expresidente Donald Trump, semanas antes del atentado que sufrió el pasado 13 de julio, aunque, hasta el momento, no existe conexión alguna entre el atacante y agentes extranjeros. Por otro lado, la directora del servicio secreto aceptó la responsabilidad por la ineficacia de sus agentes por evitar el atentado contra Trump. 

El Gobierno estadounidense obtuvo información sobre un supuesto plan de las altas cúpulas iraníes para acabar con la vida del expresidente y ahora candidato republicano para las elecciones presidenciales del próximo noviembre, según dos funcionarios estadounidenses citados por la agencia de noticias Associated Press (AP).

Las mismas fuentes referenciadas por la agencia de noticias estadounidense indicaron que dicha información le fue transmitida a la dirigencia del Servicio Secreto, mismo que después pasó la advertencia al equipo de campaña de Donald Trump. La cadena de comunicación ocurrió semanas antes de que ocurriera el atentado del que fue víctima Trump durante un mitin político en Butler, Pensilvania, el 13 de julio.

"El NSC (Consejo de Seguridad Nacional) contactó directamente con un alto nivel del Servicio Secreto para estar absolutamente seguros de que continuaban rastreando los últimos informes. El Servicio Secreto compartió esta información con el jefe de la unidad y la campaña de Trump fue informada de la evolución de la amenaza", expresó una de las fuentes, citadas también por la cadena estadounidense CNN.

Tanto el Servicio Secreto como el equipo de campaña de Donald Trump se han negado a comentar acerca de los informes de supuesta amenaza iraní, pero la portavoz de la Comisión Nacional de Seguridad, Adrienne Watson, confirmó que, hasta la fecha, las investigaciones sobre el atentado no ligan al tirador, Thomas Matthew Crooks, con "ningún cómplice o co conspirador, extranjero o nacional".

Las animosidades iraníes en contra de Donald Trump y su antiguo gabinete presidencial llegaron a su punto más álgido después del asesinato del comandante Qasem Soleimani, una de las cabezas del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní, que murió en un bombardeo estadounidense en Irak el 3 de enero de 2020. En ese momento, el Departamento de Estado confirmó que el ataque fue "por orden" presidencial.

La directora del Servicio Secreto asume responsabilidades 

En una entrevista con ABC News, Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto estadounidense, reconoció que la institución que dirige es la responsable principal por asegurar la integridad de Donald Trump, por lo que dijo que la ineficacia del cuerpo de seguridad que resguardaba los alrededores del mitin político protagonizado por el expresidente fue su responsabilidad.

"Lo que yo diría es que el Servicio Secreto es responsable de la protección del expresidente (…) La responsabilidad es mía. Soy la directora", reconoció Cheatle durante la entrevista, donde también añadió que se sintió "impactada" y "preocupada" por la salud del candidato presidencial republicano tras el intento de magnicidio, en el que una bala rozó su oreja y quedó a centímetros de impactar en su cabeza.

Además, la dirigente agradeció el respaldo recibido por el secretario de Seguridad estadounidense, Alejandro Mayorkas, quien declaró que tiene "confianza total" en la dirigencia actual del Servicio Secreto, sin doblegarse ante las numerosas peticiones sobre retirar a Cheatle de su cargo. La directora confirmó que no está en sus planes dejar su puesto en el Servicio Secreto estadounidense.

El atentado en contra de Donald Trump también provocó que el Congreso estadounidense inicie sus propias investigaciones para dar con las razones exactas de cómo y por qué se dio el tiroteo, por lo que Cheatle está citada para declarar frente a la  Comisión de Control y Responsabilidad de la Cámara de Representantes el próximo 22 de julio.

Leer también¿El intento de asesinato terminará de catapultar a Trump?

Los motivos del tirador siguen siendo un misterio

Tras pocos días de investigación, las agencias gubernamentales estadounidenses han compartido detalles sobre la identidad del tirador, sobre cómo consiguió el arma con la que perpetró el atentado, quiénes son los miembros de su familia y hasta su historial académico, sin embargo, Washington no ha podido aclarar las razones de Crooks para intentar matar a Donald Trump.

"Sabemos que Thomas Matthew Crooks utilizó un rifle tipo AR, que fue comprado legalmente por su padre, y sabemos que Crooks consiguió 50 cartuchos de munición la mañana del ataque. El FBI ha dicho que la familia Crooks está cooperando con su investigación, pero aún no sabemos lo que la familia ha dicho a los investigadores", dijo Alanna Durkin Richer, periodista de AP.

La Casa Blanca ha transformado en su prioridad las investigaciones sobre el atentado al expresidente, con el FBI encabezando las pesquisas federales, pero con otras agencias gubernamentales de inteligencia asistiendo en los esfuerzos. Además, el Servicio Secreto ha fortalecido los equipos de seguridad tanto de Donald Trump como de Joe Biden, además de proporcionar protección al candidato independiente, Robert F. Kennedy Jr.

Leer también¿Qué se conoce de la investigación sobre el atentado contra Donald Trump?

 

Con AP, Reuters y medios locales