EE. UU. anunció este lunes 30 de diciembre cerca de 6.000 millones de dólares en asistencia militar y presupuestaria adicional para Ucrania. El presidente saliente, Joe Biden, intenta fortalecer a Kiev antes del retorno del republicano Donald Trump a la Casa Blanca, quien amenaza con retirar la asistencia a esa nación invadida por Rusia.
Joe Biden se apresura a dejar la mayor ayuda posible a Ucrania, a pocas semanas de terminar su mandato.
Su Gobierno confirmó este 30 de diciembre un nuevo paquete de asistencia a Kiev por un total de 5.900 millones de dólares.
De ellos, 2.500 millones de dólares están destinados a ayuda de seguridad adicional para el país atacado por Rusia, según un comunicado del mandatario difundido por la Casa Blanca.
Los restantes 3.400 millones de dólares están dirigidos a ayuda presupuestaria adicional, lo que le otorga a la nación devastada por la guerra recursos críticos en medio de la intensificación de los ataques rusos contra civiles e infraestructuras ucranianos, según informó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
El monto anunciado por Biden incluye 1.250 millones de dólares en ayuda militar extraída de las reservas estadounidenses y un paquete de la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania (USAI) de 1.220 millones de dólares, el último paquete USAI del mandato del actual presidente.
"Bajo mi dirección, Estados Unidos seguirá trabajando incansablemente para fortalecer la posición de Ucrania en esta guerra durante el resto de mi mandato", remarcó Biden en el comunicado.
En virtud de la USAI, el equipo militar se adquiere de la industria de defensa o de socios, en lugar de extraerse de las reservas estadounidenses, lo que significa que puede tardar meses o años en llegar al campo de batalla.
Yellen aseguró que la asistencia presupuestaria directa, proporcionada en coordinación con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y el Departamento de Estado, marcó el desembolso final en virtud de la Ley de Asignaciones Suplementarias de Seguridad de Ucrania de 2024.
Tras el anuncio, el presidente ucraniano remarcó que la ayuda llega en un momento crítico para su país.
"Cada acto de solidaridad de nuestros socios salva vidas, fortalece nuestra independencia y refuerza nuestra resiliencia. También demuestra que las democracias son más fuertes que los agresores autocráticos", afirmó Zelenski mediante su cuenta en la plataforma X.
Hasta ahora-casi tres años después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara la invasión de su vecino país, el 24 de febrero de 2022-el Congreso estadounidense ha aprobado 175.000 millones de dólares en asistencia total para Ucrania, según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, un organismo no partidista.
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Biden enfatizó que la nueva asistencia proporcionará a Ucrania "una afluencia inmediata de capacidades que continúa utilizando con gran efecto en el campo de batalla y suministros a largo plazo de defensa aérea, artillería y otros sistemas de armas críticos".
Su anuncio resulta vital para Kiev a escasas semanas del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, tras su elección en los comicios del pasado noviembre. El republicano, que previamente se ha mostrado afín a Putin, ya advirtió que retiraría o condicionaría la ayuda a Ucrania, a cambio de que el presidente Volodímir Zelenski se siente a negociar con el líder del Kremlin.
También ha prometido acabar con esa guerra, el mayor conflicto en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, y aunque no ha especificado cómo lo haría, sus anuncios apuntan a doblegar a Ucrania y forzarla a aceptar una tregua al retirarle la ayuda económica y en armas.
Sin embargo, eso implicaría la cesión de territorios por parte de Kiev que ya han sido anexionados o capturados por Rusia.
Y es que Putin ha dejado claras sus condiciones: el retiro de su Ejército de todos los territorios ucranianos que Moscú se ha anexado en la guerra en curso: Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporizhia, en el sur, por lo que exige al país atacado que reconozca la "soberanía" rusa sobre esas regiones.
Además, reclama que la nación dirigida por Volodímir Zelenski desista del proceso para adherir esa república a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En mayor medida, desde el pasado noviembre, Rusia ha mostrado nuevos avances en el este ucraniano con la captura de más localidades, que también quedarían bajo el control de Moscú.
Aunque los altos mandos militares de Kiev, al igual que Zeleski, han señalado en reiteradas ocasiones que seguirán combatiendo hasta recuperar la soberanía de sus territorios, en las últimas semanas el presidente ucraniano se mostró abierto a la posibilidad de una negociación bajo un gobierno de Trump. Aún falta conocer sus condiciones concretas.
El Gobierno de Biden también ha aumentado la ayuda a Ucrania como respuesta al involucramiento de Corea del Norte en el campo de batalla a favor de Rusia.
Al menos desde el pasado octubre, según las informaciones de las agencias de inteligencia de Corea del Sur y Ucrania, posteriormente confirmadas por la OTAN y Estados Unidos, miles de soldados de Pyongyang han sido trasladados a Rusia para combatir en la región de Kursk, la zona fronteriza donde Kiev lanzó una importante incursión desde el pasado agosto, aunque en las últimas semanas ha perdido gran parte de los territorios que había capturado.
Ucrania ha remarcado que no pretende quedarse con territorios de otro país, sino usarlos como una especie de moneda de cambio a la hora de una eventual negociación con el Kremlin. Pero lo controlado de territorio ruso es enormemente inferior a la cantidad de localidades que Rusia ha arrebatado durante la guerra en curso, sin contar la anexión de la provincia de Crimea, en el sur de Ucrania, en 2014, territorio que el país atacado también ha prometido recuperar.
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Con Reuters y AP