Más de cinco años después del incendio que azotó a la catedral de Notre-Dame, la reapertura del icónico lugar en París se hará oficial el sábado 7 de diciembre, con un discurso del presidente Emmanuel Macron, antes de que los golpes del báculo episcopal consagren la apertura de sus puertas. France 24 repasa el renacimiento de uno de los máximos exponentes del arte gótico, inventado en la Edad Media.
El camino para reabrir la Catedral de Notre-Dame fue largo y arduo, requirió los esfuerzos incansables de casi 1.000 trabajadores para completarse dentro del plazo de cinco años establecido por el presidente francés, Emmanuel Macron. Pero la reconstrucción se completó en un tiempo récord, incluida la recuperación de sus icónicas campanas de varias toneladas.
La catedral reabrirá sus puertas el sábado 7 de diciembre. En vísperas de su reapertura, France 24 recorre los principales pasos que condujeron a su restauración. Desde asegurar el edificio hasta la devolución de sus campanas en noviembre de 2024, esta renovación se completó en un tiempo récord.
El emblema gótico de París ha recuperado sus marcos y su aguja, reconstruidos de forma idéntica, el rubio original de su piedra, el brillo de sus vidrieras salvadas del fuego y la sonoridad única de su gran órgano, que había sobrevivido al incendio del 15 de abril de 2019.
El devastador incendio
El 15 de abril de 2019, un incendio arrasó la catedral gótica situada en el centro de París. La aguja de Notre-Dame, de 93 metros de altura, se derrumbó y gran parte del tejado quedó reducido a cenizas. El presidente Emmanuel Macron prometió entonces, en un discurso a la nación, que el edificio religioso sería reconstruido "aún más bello" dentro de "cinco años”.
Asegurar el sitio
Cuatro días después del incendio, el 19 de abril de 2019, se retiró una estatua de la catedral dañada para ponerla a salvo.
Los trabajos para proteger Notre-Dame comenzaron el día después del incendio y duraron más de dos años. Se trata del apuntalamiento de los veintiocho arbotantes, la eliminación de las altas vidrieras intactas y el resguardo de miles de obras de arte.
También, la retirada del andamio que se encontraba en el momento del desastre para los trabajos de restauración de la aguja. Asimismo, implicó desmantelar el gran órgano y sus 8.000 tubos, para limpiarlos y restaurarlos. En septiembre de 2021, la última etapa de seguridad tuvo como objetivo consolidar las bóvedas debilitadas con perchas de madera apoyadas en un enorme andamio montado directamente en la catedral.
El inicio de la restauración
Las obras se vieron obstaculizadas por la contaminación por plomo en el lugar y por la pandemia del Covid-19, que comenzó en 2020. Las primeras pruebas de restauración se llevaron a cabo a partir de septiembre de 2020 en dos capillas de la catedral y sus tramos adyacentes: la capilla de San Fernando, en el coro del edificio, y la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe.
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Limpieza de la catedral
A principios de 2022, el interior de Notre-Dame fue sometido a una primera limpieza de polvo: miles de metros cuadrados fueron aspirados con artefactos con filtros que retienen las partículas de plomo. Se limpiaron a fondo paredes, murales y estatuas de piedra.
Excavaciones arqueológicas
Paralelamente al proyecto de restauración de Notre-Dame, se realizaron excavaciones preventivas. Los importantes descubrimientos en el sótano del edificio aportan nuevos conocimientos sobre la historia de la catedral, desde la antigüedad hasta el siglo XIX.
Inmediatamente después del incendio, los arqueólogos de la Dirección Regional de Asuntos Culturales (Drac) de Isla de Francia también decidieron considerar todos los escombros y ruinas del incendio como “restos arqueológicos”. La madera, la piedra y el metal fueron estudiados en un lugar no revelado.
Reconstrucción del marco
La estructura, destruida durante el incendio de 2019, se reconstruyó de forma idéntica. Se necesitaron cerca de 1.200 robles para crear este nuevo "bosque" de 100 metros de largo, 12 metros de luz, 10 metros de alto en la nave y 40 metros de largo en el crucero. Todas las piezas del inmenso rompecabezas se reconstituyeron, utilizando las mismas técnicas y piezas de madera que en la época. Este titánico proyecto finalizó el 12 de enero de 2024.
La icónica flecha vuelve a la vida
El 15 de abril de 2019, el mundo entero observó con asombro cómo caía la aguja de Notre-Dame. Desde febrero de 2024, se alzó de nuevo en el cielo de la capital francesa, a 96 metros de altura, idéntica a la que Viollet-le-Duc había dotado a la catedral en 1859. Esta obra maestra de madera maciza de roble está cubierta por un techo de plomo, rematado por la corona, la cruz y el gallo.
El regreso de las campanas
Durante el incendio, las llamas alcanzaron parte del campanario norte del edificio, que tuvo que ser restaurado. Para ello, se retiraron cuidadosamente las ocho campanas alojadas en esta torre, se limpiaron de polvo de plomo y se restauraron.
Desde "Gabriel", que pesa más de cuatro toneladas, hasta la más pequeña "Jean-Marie", llamada así en homenaje al cardenal Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París de 1981 a 2005, estas ocho campanas llevan el nombre de personalidades que han marcado la vida de la diócesis yde la Iglesia. Regresaron a Notre-Dame a mediados de septiembre durante una ceremonia. En noviembre, se instalaron tres nuevas campanas en la catedral, incluida la que hicieron sonar los atletas tras sus victorias en el Estadio de Francia durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
Nuevo mobiliario
La reapertura de Notre-Dame también requirió una renovación de su interior. Se utilizaron seis toneladas de bronce para crear nuevos muebles diseñados por Guillaume Bardet, quien diseñó el altar, el púlpito, el trono del obispo, el tabernáculo y el baptisterio. Unas 1.500 nuevas sillas de roble macizo fueron diseñadas por Ionna Vautrin.
La última visita al lugar
El 29 de noviembre de 2024, el presidente Emmanuel Macron realizó una última visita a las obras de Notre-Dame de París, preludio de las ceremonias de principios de diciembre en las que la catedral se reactivará para el culto. Bajo las nuevas bóvedas que dominan una decoración completamente renovada, más de 1.300 profesionales escucharon al presidente saludar a "quienes participaron en el proyecto del siglo" y "consiguieron lo que parecía imposible".
Este artículo fue adaptado de su versión original en francés