Este 16 de octubre, en el marco del Día Mundial de la Alimentación, el papa Francisco reclamó que los "enormes gastos militares" se conviertan en inversiones para combatir el hambre en el mundo. Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, urgió a la comunidad internacional a sumarse a la Alianza contra el Hambre y la Pobreza, tras sostener que "nada explica" que 733 millones de personas en el mundo "vayan a dormir todos los días sin comer". 

Más comida y menos armas en el mundo. Es el llamado del papa Francisco en el Día Mundial de la Alimentación.

"En la guerra emerge el peor lado del hombre: egoísmo, violencia, mentira. ¡Rechacemos la lógica de las armas y convirtamos los enormes gastos militares en inversiones para combatir el hambre, la falta de asistencia sanitaria y de instrucción",  destacó el pontífice mediante su cuenta en X.

Por otro lado, Francisco también envió un mensaje por esta jornada al director de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, que celebra hasta el próximo viernes su foro 'World Food Forum'.

En el mensaje, leído por el representante vaticano ante esa institución, Fernando Chica Arellano, el papa señala que los responsables políticos y económicos internacionales deben escuchar "las demandas de los últimos de la cadena alimentaria, como los pequeños agricultores".

"Que nunca se postergue la escucha real de las necesidades que vienen de abajo, de los trabajadores y los agricultores, de los pobres y hambrientos, y de los que viven con dificultades en zonas rurales aisladas", señaló el pontífice.

En el foro de la FAO se debatirá sobre los sistemas agroalimentarios sostenibles para asegurar el derecho a los alimentos en el futuro, algo que el papa calificó de "prioritario, ya que satisface una de las necesidades básicas del ser humano, es decir, alimentarse para vivir en consonancia con adecuados estándares cualitativos y cuantitativos, que garanticen la digna existencia de la persona humana".

Pero lamenta que este derecho es "frecuentemente menoscabado y no aplicado con justicia".

Bergoglio se mostró de acuerdo con la FAO que busca "una transformación de los sistemas alimentarios que tenga en cuenta la pluralidad y variedad de alimentos nutritivos, asequibles, sanos y sostenibles como medio para lograr la seguridad alimentaria y dietas sanas para todos".

"Las soluciones enérgicas para afrontar y resolver los problemas alimentarios de nuestro tiempo requieren que consideremos los principios de subsidiariedad y solidaridad como fundamentos de nuestros programas y proyectos de desarrollo", aseveró.

El papa reclamó con urgencia "medidas eficaces para llevar una vida mejor actuando juntos animados por el mismo espíritu de fraternidad y sabiendo que este planeta que Dios nos ha dado ha de ser un jardín abierto a la serena convivencia".

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Lula insta al mundo a sumarse a la Alianza contra el Hambre

También en el marco del Día de la Alimentación, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles que "nada explica" que 733 millones de personas en el mundo "vayan a dormir todos los días sin comer" e instó a la comunidad internacional a sumarse a la Alianza contra el Hambre y la Pobreza.

Lula destacó esa iniciativa, que presentó este año en el marco de la presidencia brasileña del G20, en un acto conmemorativo del Día Mundial de la Alimentación, instituido en 1980 por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

"La alianza es una cosa nueva, es un desafío al mundo", porque "nada explica que, con los avances tecnológicos que existen, en un mundo en el que somos capaces de producir muchos más alimentos de los que precisamos, 733 millones de personas vayan a dormir todos los días sin comer", declaró.

"El hambre debe ser un punto crucial para todos los Gobiernos de este mundo" y erradicarlo "es una obligación moral, ética y humanística", sostuvo el presidente brasileño.

Durante el acto fue presentado un nuevo plan de incentivos para la agricultura familiar y la promoción de los productos orgánicos, mediante el cual se reforzarán además los programas ya existentes para el abastecimiento de los sectores más populares.

De acuerdo a datos oficiales, a fines de 2022 había en Brasil unas 33 millones de personas en situación de hambre, una cifra que se redujo a 8,7 millones en 2023, mediante diversas iniciativas adoptadas por el Gobierno de Lula, quien insistió en su empeño por garantizar la seguridad alimentaria de los brasileños.

"Es preciso que el Estado tenga la capacidad de dar prioridad a quienes más apoyo necesitan", subrayó el mandatario, quien reiteró que la principal meta de su Gobierno, que concluirá en 2026, es que "todos los brasileños salgan del mapa del hambre".

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