En 1945, los Juicios de Nuremberg fueron un hito en la historia de la humanidad, que surgieron por la necesidad de juzgar el genocidio perpetrado por el régimen nazi, especialmente el Holocausto, en el que millones de judíos fueron asesinados. A 80 años de este suceso, los principios fundamentales del derecho penal internacional, que se originaron a raíz de esos juicios, se desvanecen con las guerras en Ucrania y Gaza al no poder aplicar la misma justicia que se ejecutó en Nuremberg.

 

Hace ochenta años el mundo estaba asolado por los conflictos. La Segunda Guerra Mundial había concluido y los aliados victoriosos decidieron marcar un precedente contra los responsables de la muerte de millones de judíos. En 1945 se realizaron los juicios de Núremberg. Un conjunto de tribunales militares que se llevaron a cabo con el objetivo de juzgar a los principales líderes nazis por sus crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. 

Estos juicios se realizaron entre noviembre de 1945 y octubre de 1946, en la ciudad alemana de Nuremberg, seleccionada debido a su importancia simbólica como centro del Partido Nazi. El Tribunal Militar Internacional (TMI) fue el encargado de los juicios, y se basó en los acuerdos alcanzados entre las potencias aliadas (Estados Unidos, Unión Soviética, Reino Unido y Francia) en la Conferencia de Yalta de 1945.

Un total de 24 personas fueron acusadas en el juicio principal. Sin embargo, algunos ya habían muerto antes de que el juicio comenzara, como fue el caso de Adolf Hitler, que se suicidó días antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.

El Juicio a Hermann Göring

De los 24 acusados, 12 fueron condenados a muerte, tres fueron sentenciados a prisión de por vida, y otros fueron condenados a penas menores. Entre los acusados más destacados se encontraban figuras clave del régimen nazi como Rudolf Hess, Albert Speer, Wilhelm Keitel y Hermann Göring. 

Desde diciembre de 1946 hasta abril de 1949, también se juzgó y condenó a otros 177 nazis más en 12 juicios, conocidos como Juicios Subsiguientes de Nuremberg en contra de médicos, industriales, miembros de las SS y líderes de la policía nazi, entre otros.

El caso más sonado fue el de Hermann Göring, quien era uno de los principales asesores de Hitler y que ocupó varios cargos. Además, lideró la represión y fundó la policía secreta nazi: la gestepo.

Durante el juicio, se le atribuyó la responsabilidad de la persecución y el exterminio de millones de personas, principalmente judíos, y de la planificación y ejecución de la invasión de otros países europeos.

Göring se mostró desafiante durante el juicio y trató de defenderse argumentando que sus acciones habían sido parte de un esfuerzo legítimo para defender a Alemania. Sin embargo, el tribunal lo halló culpable de todos los cargos en su contra. Fue condenado a muerte por ahorcamiento, junto con otros principales responsables del régimen nazi. 

Sin embargo, su muerte no llegó como esperaba el Tribunal. Göring nunca llegó a ser ejecutado. La noche anterior a su ejecución se suicidó ingiriendo cianuro en su celda que había sido proporcionado por uno de los alguaciles encargados de vigilar su custodia.

Confrontarse con el horror

Uno de los elementos claves en estos juicios fue el fiscal Benjamin Ferencz. Tenía 25 años y era un soldado estadounidense cuando, en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, fue asignado para recopilar pruebas sobre los crímenes de guerra cometidos por la Alemania de Adolf Hitler.

Él se dedicó a recopilar pruebas para poder asegurar las condenas de 22 miembros de los escuadrones de la muerte. "Son muy pocas las personas que han visto lo que yo he visto", dijo en 2020. 

"Mi trabajo era entrar a los campos de concentración mientras los liberaban, con los cadáveres por el suelo y la gente esperando a ser quemada porque el crematorio estaba abarrotado", relató el fiscal. Ferencz falleció en abril de 2023 a los 103 años. 

Nuevos conflictos sin justicia

El Museo del Holocausto en Estados Unidos, en su página web, escribe que el “estudio del Holocausto plantea interrogantes sobre cómo el mundo puede reconocer y responder a los indicios de que un país corre el riesgo de ser víctima de un genocidio o de una atrocidad masiva”.

Los juicios de Nuremberg dieron origen al derecho penal internacional. Se estableció la Convención sobre el Genocidio dos años después de las sentencias de 1946 y fueron el antecedente para la creación de la Corte Penal Internacional (CPI).

Creada en 1998, la CPI tuvo como objetivo asumir el trabajo de los tribunales temporales que llevaron a cabo juicios por crímenes de guerra basados ​​en los principios jurídicos establecidos durante los juicios de Nuremberg contra los nazis después de la Segunda Guerra Mundial.

Durante los últimos 80 años, este sistema de justicia ha intentado que los peores violadores de derechos humanos sean responsables por sus crímenes contra la humanidad y que no puedan evadir la justicia por haber sido gobernantes de algún país o líderes militares. 

Con las guerras en Ucrania y Gaza esta primicia se ha desvanecido. A ello, se suman presiones de poderes políticos y una sensación de impunidad. 

El fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, defendió su decisión de presentar acusaciones de crímenes de guerra contra el primer ministro de Israel, diciendo que su país no había hecho "ningún esfuerzo real" para investigar las acusaciones.

En noviembre de 2024, Khan dijo que tiene "fundamentos sólidos para considerar" que se han cometido crímenes de guerra y contra la humanidad por parte del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por su ofensiva en la Franja de Gaza. Así mismo contra los líderes de Hamás por su ataque el 7 de octubre de 2023.

La ratificación de Khan se da por las presiones políticas que llegan desde Estados Unidos para ayudar a Israel, su aliado en Medio Oriente. El fiscal mantuvo su decisión sobre la orden de arresto a pesar de una votación la semana pasada de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para sancionar a la CPI en protesta, una medida que describió como "no deseada y no deseada", en una entrevista concedida a Reuters.

Ahora, dice Khan, se suma una nueva preocupación: el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. En 2020, en su primera administración, Trump impuso sanciones a la CPI por las investigaciones sobre crímenes de guerra en Afganistán, incluidas denuncias de tortura por parte de ciudadanos estadounidenses. Esas sanciones se levantaron durante la presidencia de Joe Biden.

"Por supuesto, no es deseable que una institución que es hija de Núremberg… sea amenazada con sanciones. Esto debería llamar la atención de la gente, porque este tribunal no es propiedad del fiscal ni de los jueces. Tenemos 125 estados", dijo Khan.

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La misma sensación de impunidad se genera por el caso contra Vladimir Putin y la guerra en Ucrania. Pese a que existe una orden de captura, el presidente ruso no ha enfrentado la justicia, luego de dos años del conflicto. 

Tanto Israel como Rusia desconocen a la Corte Penal Internacional y niegan los cargos en su contra por las guerras que llevan a cabo.

Con Reuters, AP y medios locales.