El submarino de propulsión nuclear ruso Kazan abandonó, el lunes 17 de junio, el puerto de La Habana, donde permaneció cinco días anclado a la vista de los habaneros, mientras que un sumergible estadounidense también nuclear llegó el jueves a la base naval de Guantánamo.

Poco antes de las 10:00 de la mañana locales, el gran caparazón negro de Kazan cruzó la boca de la bahía de La Habana para navegar hacia mar abierto, seguido media hora más tarde por la fragata Almirante Gorshkov, mientras el buque petrolero Pashin hacía maniobras de salida.

La flotilla rusa, que incluye también al remolcador de salvamento Nikolai Chiker, arribó el miércoles, 12 de junio, a la capital cubana en medio de gran expectativa de los habitantes, que se acercaron al puerto para ver con sus propios ojos un submarino nuclear.

El inusual despliegue ruso a tan solo 150 kilómetros de la costa de Florida se produce en medio de crecientes tensiones por la guerra en Ucrania, país que cuenta con el apoyo de Occidente en su lucha contra una invasión rusa.

El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar) indicó la semana pasada, antes de su llegada, que estos navíos no portaban armas nucleares y no representan una "amenaza para la región".

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Su contraparte rusa dijo de su lado el miércoles en un comunicado que un día antes de su llegada al puerto de La Habana, la flotilla había realizado en el mar del Atlántico  "un ejercicio sobre el uso de armas de misiles de alta precisión".

El presidente Miguel Díaz-Canel visitó el fin de semana la cubierta del submarino y la fragata rusos.

"Impresionante y agradable tarde, incluso bajo la persistente lluvia. Bienvenidos, amigos de #Rusia", dijo en su cuenta de X, un mensaje acompañado de una foto suya en la fragata.

El jueves, 13 de junio,  el submarino de ataque rápido USS Helena llegó a la Bahía de Guantánamo, Cuba, "como parte de una visita de rutina al puerto", informó el Pentágono.

Una visita que fue informada con anticipación al gobierno cubano, según dijo en un comunicado el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossio.

El ejército de Estados Unidos aseguró que monitorea de cerca la presencia de los barcos rusos, pero que no suponen una amenaza directa.

Además, el buque canadiense Margaret Brooke también pasó por el puerto de Cuba.

Durante la Guerra Fría el despliegue de misiles nucleares soviéticos en la isla desencadenó la crisis de los misiles en Cuba de 1962, cuando Washington y Moscú estuvieron a punto de entrar en guerra.