Este jueves 19 de septiembre, la empresa japonesa de telecomunicaciones, Icom, aseguró que aún “no puede confirmar” si sus dispositivos fueron utilizados en las explosiones de los dos últimos días en Líbano. Por su parte, el ministro de Salud libanés, Firass Abiad, informó que el número de muertos por las detonaciones del miércoles aumentó a 25 y los heridos a 600. De esta manera, se eleva a 37 el total de víctimas mortales y a alrededor de 3.000 la cifra de personas con lesiones.

Tras dos días de explosiones de dispositivos electrónicos en Líbano, continúa la búsqueda de respuestas a las letales jornadas que amenazan la estabilidad de Medio Oriente. Al respecto, este jueves 19 de septiembre la empresa japonesa de telecomunicaciones, Icom, aseguró que “no puede confirmar” por ahora si sus dispositivos fueron utilizados en las detonaciones. 

Sus declaraciones llegan en medio de una investigación que adelanta la empresa ante “las informaciones recogidas por medios internacionales” que apuntaron que dispositivos transmisores-receptores portátiles con su logo habían explotado en el territorio libanés durante la segunda oleada de explosiones simultáneas en aparatos inalámbricos de comunicación, usados por miembros del grupo chiita Hezbolá.

Yoshiki Enomoto, director de Icom, señaló que “no hay forma de que una bomba” pudiera haber sido integrada a uno de los dispositivos de la empresa japonesa, ya que el proceso de fabricación “es altamente automatizado y rápido, por lo que no hay tiempo para esas cosas”. 

La declaración de la empresa japonesa indicó que existen posibilidades de que los aparatos en cuestión fueran modelos falsos de sus dispositivos o artefactos fuera de distribución desde hace una década y que pudieron ser empleados con baterías modificadas. 

Sobre ello, Enomoto agregó que "si resulta ser una falsificación, tendremos que investigar cómo alguien creó una bomba que se parece a nuestro producto”. 

En cuanto al saldo de víctimas de la segunda jornada de explosiones, Firass Abiad, ministro de Salud libanés, informó este jueves que el número de muertos aumentó a 25 y son ahora unos 600 los heridos por las detonaciones solo del miércoles 18 de septiembre.

Sumado a las 12 víctimas mortales del martes, el total de fallecidos se eleva a al menos 37, mientras que alrededor de 3.000 personas resultaron heridas en los dos días.

En paralelo, en la madrugada de este 19 de septiembre, Hezbolá confirmó la muerte de 20 combatientes más de sus filas, horas después de la segunda oleada de explosiones en el territorio libanés del miércoles.

En las últimas horas, Hassan Nasrallah, líder del grupo chiita libanés, dio un discurso en el que acusó directamente a Israel de cruzar las "líneas rojas" con las explosiones y señaló que esos actos pueden considerarse "una declaración de guerra".

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Taiwán sigue de cerca las investigaciones

Luego de que una empresa taiwanesa fuera vinculada con la producción de los dispositivos involucrados en las explosiones en Líbano, Wellington Kuo, ministro de Defensa de Taiwán, aseguró que el equipo de seguridad de su país se encuentra “prestando mucha atención” a lo ocurrido.

"Después de que se supo la noticia, me enteré de que las agencias de seguridad nacionales pertinentes están prestando gran atención al asunto en este momento", señaló Kuo el miércoles 18 de septiembre, en una declaración que tenía prohibida su publicación antes de este jueves. 

Gold Apollo, la compañía relacionada, indicó que no fabricó los dispositivos utilizados en el ataque y que estos fueron fabricados por una empresa con sede en Budapest, que opera bajo licencia autorizada para usar su marca. 

Aumenta el fuego transfronterizo entre Israel y Hezbolá

También este jueves, el Ejército israelí aseguró que llevó a cabo nuevos ataques aéreos en Líbano que alcanzaron objetivos del grupo chiita en Chihine, Tayibe, Blida, Meiss El Jabal, Aitaroun y Kfarkela, en el sur del país. 

Por su parte, los medios de comunicación locales reportaron que varios civiles de Israel resultaron heridos por el fuego de misiles antitanque, lanzados desde territorio libanés, a pesar de que no hay aún confirmación oficial. 

A su vez, el Estado de mayoría judía anunció que frustró un presunto complot de asesinato contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu, apoyado por Irán.

Según las fuerzas israelíes, un empresario de su país fue arrestado el pasado agosto, por su presunta implicación, luego de que asistiera a al menos dos reuniones en territorio iraní, donde presuntamente habló sobre asesinar a Netanyahu y al jefe de la agencia de espionaje, Shin Bet. 

Bet aseguró la semana pasada que descubrió lo que, según él, era un complot de Hezbolá para asesinar al exministro de Defensa israelí, Moshe Ya’alon.

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Con EFE, Reuters y medios locales