La Justicia española emitió una sentencia contra tres aficionados que profirieron insultos racistas a Vinícius Jr. en Valencia este 10 de junio. Se trata de la primera sanción penal que se aplica en el país por ese tipo de comportamientos en campos de fútbol.

Ocho meses de prisión y dos años sin entrar a los estadios de fútbol para tres aficionados que profirieron insultos racistas al delantero del Real Madrid, Vinícius Júnior, en un partido de Liga española disputado en la temporada anterior en el estadio de Mestalla, en Valencia.

Se trata de la primera vez que en España se emite una sentencia de este tipo, por lo que el precedente que sentará será notorio. De hecho, el caso de Vinícius Júnior no es aislado: hay un creciente número de procedimientos judiciales o investigaciones de la Fiscalía que se han abierto en distintos territorios por hechos similares.

Por lo tanto, supone "un aviso a navegantes para que unos eventuales autores sepan que no sale gratis", en palabras de la fiscal contra los delitos de odio de Valencia, Susana Gisbert.

En el caso de Mestalla, el objetivo inicial de la Fiscalía y de las acusaciones era que se impusiese una condena por delito de odio. En tal caso, dichos delitos son sancionables con entre uno y cuatro años de cárcel, en tanto que los delitos contra la integridad moral establecen condenas de entre seis meses y dos años de prisión.

Finalmente, se conformaron con una condena por delito contra la integridad moral con agravante de odio, acuerdo que se selló entre la Fiscalía, las acusaciones y las defensas. Este fue ratificado en un juzgado de Valencia, pero que se ha fraguado durante meses e implica que los acusados no entrarán en prisión al haber incluido en el pacto la suspensión de la pena de cárcel.

"Que los otros racistas tengan miedo"

Vinícius, por su parte, se mostró satisfecho con la sentencia. "Esta primera condena penal de la historia de España no es por mí. Es por todos los negros. Que los otros racistas tengan miedo, vergüenza y se escondan en las sombras. En el caso contrario, estaré aquí para exigir", dijo en un comunicado. 

En España, las penas de prisión inferiores a dos años por delitos no violentos rara vez exigen que un acusado sin condenas previas cumpla penas de cárcel, por lo que es probable que los tres sigan en libertad a menos que cometan nuevos delitos.

Con EFE y Reuters