El presidente Gustavo Petro suspendió este domingo 19 de marzo el cese al fuego que sostenía desde el 31 de diciembre con el Clan del Golfo, la mayor banda narcotraficante de Colombia, por ataques a la población civil.
"He ordenado a la Fuerza Pública reactivar todas las operaciones militares contra el Clan del Golfo", escribió el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su cuenta de Twitter.
"No permitiremos que sigan sembrando zozobra y terror en las comunidades", agregó.
Según el Gobierno, la organización está detrás de intimidaciones y agresiones contra pobladores en el noroeste del país desde hace más de dos semanas.
Al filo de Año Nuevo, Petro anunció una tregua bilateral con el Clan del Golfo, la guerrilla del ELN, unas facciones de las disidencias de las FARC, que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016, y un grupo paramilitar de la Sierra Nevada de Santa Marta.
La medida era el primer paso para sentarse a negociar con los principales actores armados ilegales del país, que aún sufre la violencia pese al desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sin embargo, el Gobierno acusa al Clan del Golfo de estar detrás de manifestaciones de mineros ilegales que desde el 2 de marzo atemorizan a los pobladores del Bajo Cauca, en el departamento de Antioquia, en el occidente del país.
Luego de que el Ejército y la Policía destruyeron maquinaría que los mineros usan para extraer oro ilegal, estos cerraron vías y atacaron una alcaldía y un banco en el municipio de Caucasia.
Las protestas violentas continúan pese a los diálogos entre los manifestantes y el Gobierno.
Revés de la "Paz Total"
La suspensión del cese al fuego es uno de los mayores reveses de la "Paz Total", la política con la que el primer mandatario izquierdista de Colombia quiere acabar con el conflicto.
Con esa intención, el presidente, en el poder desde el 7 de agosto, mantiene conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) desde noviembre y hará lo mismo con el Estado Mayor Central, el grupo más importante de los disidentes de las FARC.
La oposición y algunos expertos señalan que la fuerza pública quedó maniatada ante las bandas criminales y los rebeldes por la orden presidencial de detener las hostilidades.
Según Petro, el Clan priorizó el lucro que le genera el oro ilegal por encima de los acercamientos de paz. Además aseguró que aprovechaban el cese al fuego para fortalecer su presencia en las minas ilegales.
La extracción del metal genera casi las mismas ganancias para las organizaciones al margen de la ley que el tráfico de drogas, según las Fuerzas Armadas.
Arremetida del Clan del Golfo
De acuerdo con cálculos oficiales, el Clan del Golfo exporta unas 700 toneladas anuales de droga desde Colombia, entre el 30 y 60% de las exportaciones totales de droga.
Según el Ministerio de Defensa, las incautaciones de cocaína disminuyeron de 167 toneladas en enero de 2022 a 40 toneladas en el mismo mes de este año.
Las guerrillas y los paramilitares aliados con narcos no permiten que se extinga el conflicto armado que vive Colombia desde hace casi seis décadas.
El máximo líder del Clan del Golfo, "Otoniel", fue capturado en octubre de 2021 y extraditado a Estados Unidos en mayo siguiente.
Tras su arresto, miembros del Clan asesinaron a por lo menos 20 policías en una arremetida que llamaron "plan pistola".
Alias "Siopas", uno de los hombres más cercanos a "Otoniel" y su presunto heredero, fue encontrado muerto en una carretera a principios de marzo, al parecer víctima de sus propios socios.
Con AFP