El VI ciclo de diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y tres bloques del dividido Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las antiguas FARC, inició este viernes en Bogotá.

La agenda entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y las disidencias de las FARC tiene varios puntos, entre ellos la posibilidad de extender el cese el fuego bilateral, que acaba el próximo 15 de octubre.

Este sexto ciclo de conversaciones, que se extenderá hasta el 19 de octubre, busca extender un cese bilateral con el llamado Estado Mayor Central (EMC), al que pertenecen los bloques de Jorge Suárez Briceño, Magdalena Medio y el Frente Raúl Reyes. También estará sobre la mesa el "tema ambiental", que ambas delegaciones consideran "de vital importancia".

Las delegaciones se sentaron con la premisa de avanzar justo un año después de la instalación oficial de estas negociaciones de paz, y luego de varias crisis tras la escisión del conocido Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, creada luego de la firma del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, en 2016, durante el gobierno de Juan Manuel Santos.

El jefe negociador del Gobierno actual, Camilo González Posso afirma que la idea de esta reunión es:

Salir con decisiones muy puntuales, elaborar un cronograma exacto de trabajo para el siguiente periodo

Andrey Avendaño, delegado de las disidencias, está expectante a lo que pueda pasar en este ciclo porque como dice:

Hace un año y tres días empezamos esta titánica tarea (…) donde se le dio el punto de partida a este proceso, ahí fue donde logramos llegar a un acuerdo. Desde entonces nos hemos encontrado con miles de obstáculos, con vicisitudes

En julio se llevó a cabo el último ciclo en este proceso en Bogotá y en abril el EMC dejó fuera de las negociaciones a las disidencias comandadas por 'Iván Mordisco', que operan principalmente en el sur occidente del país y han protagonizado una escalada de violencia desde entonces.

González Posso, optimista en el proceso, afirmó:

Llevamos seis meses desde la reconfiguración de la mesa, en abril abrimos un nuevo periodo y en estos seis meses hemos avanzado mucho para aprobar el acuerdo de participación, hemos avanzado en prefigurar pasos inmediatos en materia de transformaciones territoriales

¿Y los resultados?

La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, que acompañó la instalación de este ciclo de diálogos en Bogotá, dijo a las delegaciones que "es un proceso que es necesario que entre en una aceleración de resultados" porque el Gobierno entra en el segundo tiempo de su mandato y esto supone que debe llegar el momento de "consolidación del trabajo".

"El Gobierno Nacional está listo", agregó la ministra, en referencia a las transformaciones territoriales y la defensa de la naturaleza, "pero no podemos hacer eso sin la paz", alertó.

Por su parte, el consejero comisionado para la paz, Otty Patiño, consideró que "se necesita persistencia, confianza en que es posible y saber que construir la paz no es un camino lleno de rosas, sino de dificultades".

Por el momento se sigue discutiendo si la ampliación del cese de hostilidades será de tres o de seis meses.

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En esta línea, Patiño detalló que el presidente, Gustavo Petro, ha ordenado cambiar la lógica del cese el fuego:

El plan fundamental es, lo primero, la política de la transformación territorial, y como un elemento que lo puede sustentar, el cese el fuego

Esto en medio de los desafíos de la política de Paz Total de la presidencia de Gustavo Petro, implementada con la Ley 2272 en 2022, que busca negociar simultáneamente con diversos grupos armados como el ELN, disidencias de las FARC y organizaciones criminales, lo cual ha tenido altibajos e incluso algunos diálogos han colapsado debido a la falta de acuerdos claros y la histórica fragmentación de los grupos armados​, sobre todo en regiones críticas como el Cauca.

El viernes, 11 de octubre, las disidencias de las FARC atacaron la estación de Policía de Silvia, población del convulso departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia. 

Videos publicados en redes sociales dejan ver a hombres armados caminando por las calles de la localidad portando armas largas y en otras se les ve en las esquinas disparando, mientras que la Policía del lugar se atrincheró en el comando desde el que respondieron el ataque. Hasta el momento las autoridades locales no han reportado muertos o heridos. 

"El control del pueblo fue de la columna Dagoberto Ramos, cuyos integrantes se pararon en las diferentes esquinas cercanas a la estación para así atacar a los policías", dijo un habitante de la población citado por el diario El País, de Cali.

El martes pasado, disidentes de las antiguas FARC atacaron dos sedes del Banco Agrario en los municipios de Corinto y Caloto, ambos en Cauca. El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) también denunció en esa ocasión que los guerrilleros se enfrentaron a la fuerza pública en la zona urbana del municipio.

Con EFE y fuentes locales