El viernes 13 de diciembre concluyeron los alegatos finales del juicio por la violación masiva de Mazan, en Francia. Esto tras más de dos semanas de defensa de 51 hombres, la mayoría acusados de violación con agravantes de Gisèle Pelicot. Los abogados señalaron con el dedo a Dominique Pelicot, el “monstruo” que supuestamente manipuló a los acusados.

La defensa en el juicio por violación de Mazan, en Aviñón, concluyó el viernes 13 de diciembre con un nuevo ataque contra el “monstruo” Dominique Pelicot, que supuestamente manipuló a los acusados, las “víctimas indirectas”. 

Dominique Pelicot es acusado de reclutar a decenas de desconocidos para violar a su entonces esposa, Gisèle Pelicot, tras sedarla, en un juicio que ha sacudido al país.

Pelicot ha sido juzgado en la ciudad sureña de Aviñón desde el pasado septiembre junto a otros 50 hombres por organizar las violaciones y los abusos sexuales contra su ahora exesposa.

Este juicio extraordinario, de gran repercusión nacional e internacional, entró en su recta final tras algo más de dos semanas dedicadas a la defensa de los 51 hombres, la mayoría acusados de violación con agravantes de Gisèle Pelicot, de 72 años. Su ex marido, Dominique, confesó haberla drogado, violado y entregado a desconocidos reclutados por internet en el domicilio familiar de Mazan (Vaucluse).

Una de las últimas abogadas en tomar la palabra, Nadia El Bouroumi, habló durante algo más de una hora sobre sus clientes —Omar D., limpiador de 36 años, y Jean-Marc L., pensionista de 74, el acusado de más edad—, “hombres, padres, abuelos que llevan una vida sencilla y tranquila”. Habla de sus vidas “intachables” hasta su encuentro con Dominique Pelicot.

Como varios de sus colegas, optó por una línea de defensa que consistía en exculpar a los acusados, que ahora tienen entre 27 y 74 años y son de toda condición. Según ella, no eran “en absoluto conscientes” de que agredían sexualmente a Gisèle Pelicot, para poder culpar así a Dominique Pelicot, un “maestro manipulador” que “las eligió a sabiendas para poder satisfacer sus fantasías”.

“Defiendo a los hombres que son la norma en esta sociedad y Dominique Pelicot es la excepción, un hombre peligroso. Tenemos un monstruo en el palco”, dijo la abogado. En las últimas semanas, otros defensores han descrito a Dominique Pelicot como “un lobo” o “un ogro”.

“Víctimas indirectas”

Señalando que Gisèle Pelicot fue efectivamente una víctima “y que no se trata de cuestionar su (falta de) consentimiento”, defendió que el ex marido de Gisele “utilizó a estos hombres como objetos”, “víctimas indirectas”.

“¿Cómo podría alguien haber entendido que Gisèle Pelicot estaba drogada? El poder del violador en serie, que mata, que la viola y es capaz de conseguir que ella diga que 'era un buen tipo' [frase pronunciada por Gisèle Pelicot durante su interrogatorio policial en 2020, nota del editor]… Le creo, señora Pelicot, ¡porque el poder de este tipo ha conseguido manipularla todos estos años!”

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“El violador en serie tiene una psicología, una forma de trabajar en la que manipula” durante “más de 30 años”, acusó. Se refería así a otros dos casos en los que el principal acusado sigue siendo investigado por la unidad de casos sin resolver de Nanterre: un asesinato y violación en París en 1991, que él niega, y un intento de violación en Seine-et-Marne en 1999, que él admite, tras haber sido confundido por su ADN.

Sin embargo, “no hay delito sin intención: ¿qué es la intención? Es la voluntad y la conciencia de cometer un delito”, dijo Nadia El Bouroumi, pidiendo al tribunal “que absuelva a estos hombres”.

También habló de las dificultades a las que se enfrenta la defensa. “Es muy difícil para nosotros hablar porque tenemos una parte civil que es un ícono y cualquier cosa que digamos es un ataque a las mujeres”, explicó la abogada.

Tras señalar que el tribunal está sometido a la “presión de la opinión pública”, así como a la “presión de los medios de comunicación” —se han acreditado 166 medios, 76 de ellos extranjeros—, pidió al tribunal que “mantenga la cabeza fría” durante su veredicto y “vuelva a lo esencial”.

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El lunes, Dominique Pelicot y sus coacusados tendrán la oportunidad de expresarse por última vez antes de que los jueces del tribunal penal de Vaucluse se retiren para decidir si son o no culpables y qué penas imponerles.

El veredicto se espera para el jueves. La acusación, que pedía penas de entre cuatro y veinte años de cárcel, pidió al tribunal que su decisión sirviera para enviar “un mensaje de esperanza a las víctimas de la violencia sexual”. “Va a decir que no existe la violación ordinaria, que no existe la violación accidental o involuntaria”, declaró Laure Chabaud, una de las dos representantes de la acusación.

 

Este artículo ha sido adaptado de su original en francés.