El Kremlin mantiene un riguroso silencio sobre los crecientes rumores sobre un inminente canje masivo de presos con varios países occidentales, entre ellos Estados Unidos y Alemania, aunque la prensa informa de preparativos y del movimiento de un avión que aparentemente puede ser utilizado con ese fin.
"Sigo sin tener ningún comentario que hacer sobre este asunto", afirmó este 1 de agosto el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
No obstante, la prensa rusa, así como la occidental, informa desde hace dos días sobre los preparativos para el mayor canje de presos entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría.
La agencia oficial RIA Nóvosti indicó que un avión especial An-148, que fue utilizado para el intercambio en diciembre de 2022 del traficante de armas ruso Viktor But por la baloncestista estadounidense Brittney Griner y en abril de ese año para el canje del piloto Konstantín Yaróshenko por el exmarine Trevor Reed, habría aterrizado este jueves en el enclave báltico de Kaliningrado y despegado poco después con destino desconocido.
Según la radio eslovena N1, la Justicia del país balcánico expulsó a dos supuestos espías rusos con el fin de que participen en dicho intercambio.
Se trata de Artem Viktorovic Dulcev y Ana Valerevna Dulceva, quienes se declararon culpables de los cargos de espionaje y falsificación de documentos, ya que utilizaban pasaportes argentinos falsos con los nombres Ludwig Gisch y Maria Rosa Mayer Munos.
Como admitió el propio presidente ruso, Vladímir Putin, Moscú está muy interesado en la liberación del agente ruso Vadim Krásikov, condenado en Alemania a cadena perpetua en diciembre de 2021 por el asesinato de un opositor georgiano-checheno en Berlín en 2019.
Con ese fin, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, indultó este martes al ciudadano alemán Rico Krieger, que había sido condenado a muerte en junio por terrorismo.
Estados Unidos lleva meses negociando la liberación de Evan Gershkovich, el periodista del The Wall Street Journal, que fue condenado recientemente en la ciudad de Yekaterimburgo, capital de los Urales, a 16 años de prisión por espionaje por un reportaje sobre la industria militar rusa.
El canal de televisión Fox News informó de que el periodista debería de llegar hoy mismo a Estados Unidos.
Entraría también en ese paquete el ex infante de marina estadounidense Paul Whelan, que cumple también una pena de 16 años de cárcel por espionaje.
La primera señal de alerta sobre un posible canje la dieron los abogados y familiares de varios conocidos presos políticos rusos, que desaparecieron de las cárceles donde cumplían condena.
Es el caso del opositor Iliá Yashin, aliado del fallecido Alexéi Navalni, y el septuagenario activista Oleg Orlov, dirigente de Memorial, organización que recibió el Nobel de la Paz en 2022.
También se desconoce el paradero de Ksenia Fadéyeva, antigua diputada municipal en la ciudad siberiana de Tomsk y colaboradora de Navalni. Así como de Lilia Chánisheva, representante de Navalni en la región de Bashkiria.
Además, se supo que desde hace tres días la administración de la penal de Omsk, donde cumple su condena el político y periodista Vladímir Kara-Murzá, niega el acceso de los abogados a su cliente, por lo que tampoco se puede confirmar su paradero.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero de 2022 se ha multiplicado el número de presos políticos en Rusia, en su mayoría por criticar la campaña militar en el país vecino.