La ciberembajadora de Taiwán y ministra digital sin cartera de la isla, comparte su visión sobre el desarrollo de la inteligencia artificial, subrayando la necesidad de fortalecer los datos abiertos en el mundo. En diálogo con France 24, Tang aborda las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el mayor aliado geopolítico de la isla, la confianza entre los gobiernos y los usuarios y los crecientes desafíos con la IA. 

Audrey Tang ha roto numerosos récords a lo largo de su vida. No solo fue la primera en ocupar el cargo de ministra digital sin cartera en Taiwán, sino también la primera persona transgénero en alcanzar dicha posición.

En 2023, la revista 'Time' la reconoció como una de las 100 personas más influyentes. Ella se define como una ciberactivista de ideales anarquistas y conservadores a la vez.

En esta entrevista, realizada durante su visita a Colombia, en el marco del evento Colombia 4.0 del Ministerio TIC del país, Audrey Tang comparte con France 24 su visión sobre la inteligencia artificial, la democracia y la necesidad de usar la tecnología para desarrollar confianza entre gobiernos y ciudadanos.

France 24: ¿Qué oportunidades tiene América Latina y el Caribe para construir 'democracias digitales'?

Audrey Tang: Sí, hay dos desafíos principales. El primero es que, en Taiwán, la conexión de banda ancha es un derecho humano. Así que, sin importar cuán remoto sea el lugar, ya sea en una pequeña isla o en la cima de una montaña de casi 4.000 metros de altura, siempre se garantiza una conexión de banda ancha.

Sin embargo, en esta región, hay muchos lugares donde es difícil conectar la electricidad o la fibra óptica. Afortunadamente, hemos visto una nueva generación de conectividad satelital y sistemas de generación de energía más eficientes. Combinando ambas innovaciones, creo que hay una esperanza real de conectar los lugares más remotos para que no se queden atrás.

Entiendo que en América Latina existe un gran interés en la educación y en desarrollar la capacidad de nuestros niños para asegurar que prosperen en la era de la IA. Porque esta era no se basa en lo que puedas memorizar; la IA puede memorizar mejor que nosotros. Pero desarrollar competencias para equilibrar ideas, evaluar fuentes, y otras habilidades propias del periodismo es sumamente importante.

France 24: En el caso del sector público, del que ha sido abanderada, ¿cómo puede la tecnología mejorar la gobernanza?

A.T.: En mi país lo que hicimos fue preguntar a las personas qué tipo de rol debería desempeñar un sistema de IA en el sector público, en la prestación de servicios. En lugares donde la gente manifestó interés, por ejemplo, en tener un chatbot 24/7 que les ayudara a acceder a servicios gubernamentales sin necesidad de llevar documentos físicos o realizar trámites en persona, les preguntamos también sobre la ética y las normas.

¿Qué reglas debería seguir ese sistema? ¿Debería tomar decisiones por ellos o simplemente presentarles diferentes opciones? Este proceso se llama "alineación": la alineación ocurre cuando la comunidad participa en la definición del rol adecuado de la IA, como si redactara su propia descripción de trabajo para los asistentes de IA.

Si la IA se alinea de esta forma, ayuda a cohesionar a la sociedad; si la alineación la hacen solo los investigadores o desarrolladores, se produce una desconexión entre las expectativas de las personas hacia la IA y lo que la IA realmente puede hacer. Por lo tanto, la alineación continua a nivel social es un servicio que el gobierno puede ofrecer.

En Taiwán contamos con un modelo gubernamental de IA llamado "Taiwan’s Trustworthy Dialogue Engine" (Motor de Diálogo Confiable de Taiwán), que se entrena a través de una escucha amplia de las expectativas de la población. 

Esta era no se basa en lo que puedas memorizar; la IA puede memorizar mejor que nosotros.

Audrey Tang, ciber embajadora de Taiwán.

France 24: Usted se define como una “anarquista conservadora” y defensora de la política de Datos Abiertos y Fuente Abierta, ¿cómo nos beneficia y cómo se puede ser conservadora y anarquista al mismo tiempo?

A.T.: Soy taoísta, y el taoísmo es una de las ideas más tempranas sobre el concepto de un “mar libre de derechos de autor”. En lugar de forzar a alguien a hacer algo, se trata de asegurarnos de que nos unimos de manera voluntaria, y el código abierto y los datos abiertos son formas ideales de permitir que las personas contribuyan al bien común sin preocuparse de que su valor sea capturado solo por un jugador dominante. Este es un paso importante en la democratización de los sistemas de IA. 

Mi parte conservadora se centra en respetar las religiones existentes, las instituciones, las culturas establecidas, como las culturas indígenas y otras. Si la IA no es de código abierto, las grandes empresas no necesitan preocuparse por las religiones, las culturas tradicionales o los idiomas nuevos.

Pero si es de código abierto, las personas que se preocupan por estos aspectos pueden ajustar la IA para que respete esas culturas diversas y, por lo tanto, conserve dichas culturas.

France 24: Las filtraciones de Julian Assange y WikiLeaks, y todos los cargos judiciales que enfrentaba por violar la Ley de espionaje de Estados Unidos, nos recuerda la dificultad de construir confianza entre gobiernos y ciudadanos, ¿cómo podríamos reconstruir esa relación?

A.T.: No dar confianza es no recibir confianza. Siempre digo que en Taiwán, cuando nuestro nivel de confianza era muy bajo, con solo el 9% de la población confiando en el Gobierno en 2014, el Gobierno debía confiar primero en la gente.

Por eso, desde que fui ministra en 2016, cualquier persona puede consultar en Internet mi agenda, mis reuniones. Miles y miles de reuniones que he tenido con lobistas, periodistas e incluso las reuniones que presido; todo es completamente transparente.

Al confiar en los periodistas y en la ciudadanía, algunos, con el tiempo, devolvieron esa confianza, y para 2020, nuestro nivel de confianza en Taiwán alcanzó un 70%, un nivel muy alto.

Taiwán no solo es un lugar de producción de chips y té de burbujas, sino, por supuesto, un símbolo de la democracia.

Audrey Tang, ciberembajadora de Taiwán. 

¿Cómo recuperamos la confianza? Se trata de comunicar no solo el qué de las políticas para imponerlas a la gente, sino también el cómo y el por qué: abrir el proceso de formulación de políticas para que las personas comprendan el contexto completo.

 

France 24: 2024 ha sido un año electoral en muchos lugares del mundo incluido Taiwán. Hemos visto cómo la IA y las redes sociales han sido vehículos para expandir desinformación, ¿cómo enfrentar este problema?

A.T.: Hace dos años, hice un deepfake de mí misma, con un actor que me interpretaba y mostré exactamente cómo se hacía, para que la gente en Taiwán supiera lo que se avecinaba.

Antes tomaba alrededor de 12 horas recrear a alguien, incluyendo su apariencia y voz, y les dije que, pronto, esto tardaría solo 20 minutos, luego 20 segundos, y después cada 12 milisegundos. Cuando eso ocurra, cualquiera podrá usar la imagen de cualquier celebridad.

Así que, una vez que las personas entienden que no se puede confiar únicamente en el contenido de un video para determinar si es real o falso, sino que deben verificar la fuente, están más preparadas. En Taiwán, por ejemplo, cuando enviamos comunicaciones gubernamentales a través de SMS, puedes verificar la fuente marcando 111.

Si proviene de ese número, sabes que es del Gobierno, independientemente del contenido. En anuncios en línea, nos aseguramos de que plataformas como YouTube y Facebook aseguren la firma digital. Debemos dejar de confiar solo en el contenido, como en los días anteriores a la fotografía, cuando todo era pintura y solo podías verificar desde las fuentes para confiar.

France 24: En pocos días serán las elecciones en Estados Unidos, el mayor socio geopolítico de Taiwán, ¿cuáles son sus expectativas o preocupaciones sobre la democracia estadounidense y la taiwanesa?

A.T.: Creo que hay un fuerte apoyo bipartidista: sin importar a qué partido apoyen, las personas en Estados Unidos también apoyan a Taiwán, ya que ven en Taiwán no solo como un lugar de producción de chips y té de burbujas, sino, por supuesto, un símbolo de la democracia.

En Taiwán estamos colaborando con todos los socios democráticos para proteger la democracia frente a los ciberataques y la manipulación de información mediante IA. Más importante aún, estamos trabajando con todos los socios de IA, porque la IA opera sobre los chips que fabrica Taiwán, asegurándonos de que sea segura y de que podamos contribuir al código abierto y los datos comunes para mantener la IA segura.

Si Taiwán cae, muchos regímenes autoritarios querrán controlar la narrativa sobre la tecnología. Las personas en Estados Unidos con las que hablé comprenden realmente esto y apoyan a Taiwán. Así que no tengo temor por los resultados de las elecciones.