El primer ministro armenio Nikol Pashinian alertó este martes 14 de marzo del riesgo de una escalada de violencia en el territorio en disputa de Nagorno Karabaj, en la frontera con Azerbaiyán. Al tiempo, criticó a Rusia por eludir sus funciones de proteger a su país. Entretanto, el canciller alemán Olaf Scholz estrechó lazos con Azerbaiyán al recibir en Berlín a su presidente Ilham Aliyev.

Armenia lanzó este martes una llamada de alerta por medio de su primer ministro Nikol Pashinian, que advirtió del riesgo de una nueva escalada de violencia en el territorio de Nagorno Karabaj, fronterizo con su vecino Azerbaiyán.

“La retórica agresiva de Azerbaiyán ha estado en aumento constantemente. Creció antes y después de la guerra de 2020, y creo que sí, la amenaza de una escalada a lo largo de la frontera de Armenia y en Nagorno-Karabaj es muy alta ahora”, afirmó en una rueda de prensa.

En la frontera entre ambos países, que nunca fue delineada de manera formal tras la caída de la Unión Soviética (URSS), hay periódicamente enfrentamientos armados.

A su vez, en Nagorno Karabaj, territorio armenio dentro de las fronteras azeríes, el pasado 12 de diciembre grupos de azerbaiyanos que se denominaron "ecologistas" bloquearon hasta la fecha el corredor de Lachin, la única ruta que conecta el territorio de Nagorno Karabaj con la república armenia.

"En vista de la crisis en Nagorno Karabaj, el corredor de Lachin cerrado y la preparación por Bakú de una limpieza étnica, consideramos necesario el envío de una misión (internacional) para la recogida de pruebas a Nagorno Karabaj y el corredor de Lachin", pidió el presidente armenio.

Azerbaiyán, por su parte, negó las acusaciones de sus vecinos y denunció violaciones casi diarias del alto el fuego establecido tras la guerra de 2020. En febrero, el Tribunal Supremo de Naciones Unidas ordenó a Azerbaiyán que permitiera la reanudación de la libre circulación por la carretera, pero por el momento sigue bloqueada.

Armenia reclama a Rusia su falta de apoyo

Entre los puntos pactados para el cese de las hostilidades en 2020 estaba el hecho de que Rusia fuera el garante de paz en la región.

Centrados ahora en la guerra en Ucrania, Pashinian criticó la dejación de funciones por parte de Moscú y de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) liderada por Rusia y de la que forman parte Armenia, Belarús, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.

"La OTSC teme que Armenia se retire de la organización. Respondí que estos temores están fuera de lugar, pero existen otros que existen en Armenia y se refieren al hecho de que la OTSC se retirase de Armenia. Y mi evaluación es que la OTSC se está retirando de Armenia, lo desee o no. Estamos preocupados por eso", espetó Pashinián a un Putin más preocupado ahora por la guerra en Ucrania que por lo que pase en Nagorno Karabaj.

En todo este tiempo Moscú ha estado buscando un equilibrio entre el mantenimiento de relaciones con su aliado histórico y con un país amigo y también productor de hidrocarburos como Azerbaiyán.

En cuanto al proyecto de paz llevado a cabo entre ambos países, el primer ministro armenio reconoció que existe “un cierto progreso, pero también divergencias fundamentales”. Según Pashinián, Azerbaiyán rechazó la propuesta que Ereván les hizo llegar en febrero.

Alemania se acerca a Azerbaiyán

En el juego geopolítico que enmarca a este conflicto, Armenia carece de una baza que en este momento es muy importante para Azerbaiyán: los hidrocarburos, especialmente el gas, que para la Unión Europea es una energía verde clave en su apuesta de futuro y de la que intenta reducir su dependencia respecto a Rusia.

En este contexto, el canciller alemán, Olaf Scholz, recibió este martes al presidente azerí, Ilham Aliyev.

El líder europeo afirmó que Azerbaiyán es un socio "de importancia creciente" y que la alianza con este país puede "reforzar la seguridad energética" del continente, pues Bakú espera además incrementar su producción de energías renovables.

Así lo destacó Aliyev, que recalcó que en el mar Caspio se pueden producir 175.000 millones de gigavatios a partir del viento, además de la importancia de firmar “contratos multianuales” para “armonizar” las diferentes exportaciones de energía.

Sin embargo, esta alianza con Bakú es controvertida por las denuncias de violaciones a los derechos humanos en el país.

Al respecto, Scholz afirmó que "en Alemania creemos que para que una sociedad civil viva, debe formar parte de la democracia y es algo que beneficia a todos, es un tema del que también hemos hablado".

Al respecto de la invasión rusa de Ucrania, Scholz expresó que supone una “flagrante ruptura” del Derecho Internacional. Aliyev no opinó sobre el tema.

Con Reuters, AP y EFE