La relación entre Argentina y Venezuela atraviesa su momento más crítico en años. Con un gendarme argentino secuestrado y la embajada en Caracas asediada, las tensiones entre Javier Milei y Nicolás Maduro ponen en jaque los lazos bilaterales. ¿Cómo podría influir Donald Trump en esta crisis internacional cuando ha mostrado ampliamente su respaldo al líder argentino?
Tras la controvertida toma de posesión de Nicolás Maduro, marcada por denuncias de fraude electoral y el rechazo de varios países de América Latina y el mundo, las relaciones entre Argentina y Venezuela se encaminan hacia otro año de tensiones, cruces diplomáticos y nuevos obstáculos para la estabilidad regional.
La interacción entre ambos gobiernos, ya caracterizada por enfrentamientos verbales y decisiones hostiles, promete intensificarse debido a la falta de canales de diálogo y la creciente polarización ideológica.
El presidente argentino Javier Milei ha adoptado una postura cada vez más crítica hacia el Gobierno de Maduro, denunciando sistemáticamente sus políticas y acercándose a figuras clave de la oposición venezolana como María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.
Por su parte, Caracas ha respondido con medidas contundentes, que incluyen la expulsión de diplomáticos argentinos y restricciones que afectan tanto a ciudadanos como a empresas del país rioplatense.
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Este clima de crisis, exacerbado por el secuestro del gendarme argentino Nahuel Gallo, el asedio a la embajada en Caracas y el vínculo estrecho entre Milei y González Urrutia anticipa un panorama incierto, con posibles consecuencias significativas para la región.
El secuestro del gendarme Nahuel Gallo
El punto más caliente hoy en las relaciones entre Argentina y Venezuela es la situación del gendarme Gallo, detenido el 8 de diciembre de 2024 al ingresar a Venezuela desde Colombia, en el cruce fronterizo entre Cúcuta y Ureña.
Según las autoridades argentinas, que califican el hecho como una “detención arbitraria y desaparición forzada”, el joven de 33 años viajaba para visitar a su esposa e hijo.
De acuerdo con información proporcionada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que otorgó medidas cautelares a favor del gendarme, el suboficial, nacido en la provincia de Catamarca, fue separado para una “entrevista” y le quitaron su teléfono móvil. Logró contactar a su esposa a través del celular de un taxista que lo había transportado previamente, y le informó que lo estaban llevando a una segunda "entrevista". Posteriormente, el conductor reportó que el traslado fue efectuado por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
El Gobierno de Nicolás Maduro lo acusa de terrorismo y de planear un atentado contra la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Estas imputaciones, rechazadas por Argentina, han llevado a ambos países a un punto de máxima tensión.
Hasta ahora, Caracas ha difundido únicamente dos videos de Gallo, en los que se lo observa caminando por una cárcel venezolana. En el primero, aparece solo; en el segundo, está acompañado por otros dos hombres, todos vestidos con uniformes celestes.
Tras la polémica proclamación de Maduro como presidente de Venezuela por otros seis años, la Casa Rosada se comprometió a intensificar la presión sobre Caracas en los organismos internacionales con el objetivo de debilitar al chavismo y exigir la liberación del gendarme.
“La República Argentina profundizará y ampliará su denuncia contra Nicolás Maduro, poniendo a disposición de los organismos internacionales todas las pruebas que evidencian la magnitud de los crímenes cometidos. No descansaremos hasta que Maduro y sus cómplices sean llevados ante la justicia internacional para responder por sus actos”, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina en un comunicado emitido el pasado 10 de enero.
Sin embargo, previo a la nueva juramentación de Maduro, el periodista y analista internacional Eduardo Martínez señaló que el reclamo del Gobierno de Milei para liberar a Gallo no había sido lo suficientemente contundente.
En diálogo con France 24, el experto opinó que el caso se había utilizado más como una herramienta para posicionarse políticamente. “Durante mucho tiempo no tuvo abogados designados por el Estado. Hoy cuenta con una batería de cuatro abogados, pero la mayoría de ellos forman parte de la estrategia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, explicó.
En este contexto, Martínez sostuvo que lo más contundente que ha hecho la Casa Rosada ha sido expresarse a través de la red social X. “Es algo bastante pobre para la situación que está viviendo el gendarme y su familia”, concluyó.
El asedio a la embajada argentina en Caracas
Otro punto de tensión entre Argentina y Venezuela es el asedio a la embajada en Caracas.
Desde marzo de 2024, la sede diplomática alberga a seis opositores venezolanos vinculados al equipo de María Corina Machado. Todos ellos han sido acusados por la Fiscalía venezolana, alineada con el Gobierno de Maduro, de delitos como "conspiración" y "traición a la patria".
Además, desde agosto de 2024, el edificio se encuentra bajo custodia de Brasil, luego de que el Gobierno venezolano expulsara al personal diplomático argentino tras la negativa de Buenos Aires a reconocer a Maduro como presidente reelecto. Sin embargo, los diplomáticos brasileños no tienen permitido ingresar al recinto.
Durante estos diez meses, tanto la oposición venezolana como los propios asilados han denunciado diversas formas de asedio a la sede, incluidas interrupciones en el suministro eléctrico y de agua.
La falta de diálogo diplomático y la ausencia de representantes argentinos en Caracas, sumados al respaldo incondicional de Milei a González Urrutia —quien recientemente se reunió con el presidente en Buenos Aires y, posteriormente, en Washington durante la toma de posesión de Donald Trump como nuevo mandatario de Estados Unidos—, complican aún más la situación del gendarme Gallo.
La ‘Carta Trump’
Frente a este contexto, en Buenos Aires confían en que el regreso de Trump a la Casa Blanca podría aumentar aún más la presión sobre Venezuela.
La estrecha relación entre ambas administraciones fortalecería la posición de Milei como un referente clave en la región y consolidaría la postura de Argentina en los organismos multilaterales, lo que a su vez podría reforzar su exigencia de la liberación del gendarme.
Precisamente, Milei y el flamante secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se encontraron en la gala de investidura de Trump en Washington, donde posaron para una foto junto al canciller argentino, Gerardo Werthein.
“Marco Rubio es un verdadero conocedor de América Latina y un defensor incansable de los valores de la libertad”, afirmó el mandatario argentino, según el medio ‘Infobae’, que señala que ambos dialogaron sobre Venezuela.
De acuerdo con el diario ‘Clarín’, la Casa Rosada, antes de la asunción de Trump, ya había iniciado gestiones con Rubio para que la nueva Administración republicana presionara por la liberación de Gallo y exigiera un salvoconducto para los seis asilados en la embajada argentina en Caracas.
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Sobre este tema, el analista internacional Fabián Calle describió la detención del gendarme como un “gran activo” para la política exterior argentina, ya que, según él, coloca al país en una posición destacada dentro de la agenda de Estados Unidos.
“Como política exterior, este ‘sacrificio’, esta tragedia, es un activo porque sienta al país en la mesa de las naciones que son agredidas por Venezuela”, declaró al programa ‘Dicen que dicen’ de ‘Radio con Vos.
No parece un tema relevante de la agenda bilateral
Sin embargo, Lourdes Puente, politóloga y doctora en Relaciones Internacionales, directora de la Escuela de Política y Gobierno en la Universidad Católica Argentina, se muestra más escéptica sobre el interés de Estados Unidos en este asunto. Según ella, dicho involucramiento solo ocurriría si existe una justificación estratégica.
“Salvo que le sirva a sus propios intereses o estrategia con el tema; pero, a primera vista, no parece un tema relevante de la agenda bilateral”, señaló a France 24.
Un 2025 con más tensiones y potenciales implicaciones en la región
Con la situación del gendarme Gallo aún sin resolverse y la creciente polarización interna en Venezuela, es probable que la relación bilateral entre Buenos Aires y Caracas continúe marcada por desafíos y tensiones.
La ausencia de diálogo y la persistencia de posturas enfrentadas aseguran que, al menos por el momento, no se vislumbre una mejora significativa en la diplomacia entre ambos gobiernos.
No obstante, a pesar de las dificultades, la doctora Leticia Ruiz Rodríguez, profesora titular de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), sostiene que la política exterior de Argentina podría encontrar apoyo en el contexto internacional. Según la experta, gracias al respaldo de Trump, Milei ha logrado un estatus diferente en América Latina, que lo sitúa como uno de los principales interlocutores del presidente de Estados Unidos y un líder clave en la lucha ideológica.
En este sentido, explica a France 24 que, si Argentina quiere hacer una contribución significativa a la región, deberá reforzar a la oposición venezolana, a través de gestos hacia Corina Machado y González Urrutia.
Pese a que descarta totalmente un acercamiento entre Milei y Maduro, Ruiz Rodríguez sostiene que es probable que se utilicen mutuamente debido a sus características “populistas”.
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Por su parte, el analista político Oscar Romano considera que este rompimiento de relaciones diplomáticas no solo afecta a Argentina, sino que también tiene implicaciones más amplias para América Latina en su conjunto.
“Estamos hablando no solo de los gobiernos de derecha y centro-derecha, que obviamente no legitiman al Gobierno de Maduro, sino también de los gobiernos de izquierda y centro-izquierda latinoamericanos. Uno observa el caso de Gabriel Boric y se impresiona, principalmente por su pasado, más que por su gobierno, que es bastante pragmático y de centro. Lo mismo ocurrió con Gustavo Petro, quien también reclamó la presentación de las actas de las elecciones. Lula, por su parte, fue un poco más conciliador, pero tampoco aceptó todo lo relacionado con Maduro. En definitiva, Venezuela quedará completamente aislada en el plano regional”, comentó a France 24.
De igual manera, el pasado 15 de enero, 14 países de la Organización de los Estados Americanos (OEA), entre ellos Argentina y Chile, rechazaron la investidura presidencial de Maduro por “carecer de legitimidad democrática y pruebas verificables de integridad electoral”.
Este panorama complicado sugiere que las relaciones entre Argentina y Venezuela seguirán marcadas por la confrontación y la polarización.
A medida que ambos gobiernos se mantienen en sus respectivas posturas ideológicas, las tensiones podrían no solo afectar la diplomacia bilateral, sino también repercutir en los equilibrios políticos de América Latina, dejando un futuro incierto para la región.