El seísmo tuvo su epicentro en la provincia de Guayas, en la costa pacífica del país sudamericano, y afectó a varias regiones. Las imágenes muestran daños graves en algunas ciudades, aunque las autoridades han negado el riesgo de tsunami tras el temblor. Tras la sacudida inicial se han registrado hasta dos réplicas de menor intensidad.

Ecuador sufrió este 18 de marzo un terremoto de magnitud 6,5 en la escala de Richter que, hasta el momento, ha dejado un total de cuatro fallecidos y cuantiosos daños materiales en varias regiones de esta nación sudamericana.

El seísmo, de magnitud 6,5 según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se produjo a una profundidad de 66,4 km, a unos 10 km de la ciudad de Balao, en la provincia de Guayas, una zona colindante a la costa pacífica. Según las autoridades, no parece probable que el seísmo genere un tsunami.

Tras el temblor, se registraron multitud de incidentes, en varias regiones. La Secretaría de Gestión de Riesgos de Ecuador afirmó en un comunicado que una pared se había derrumbado sobre un vehículo, matando a una persona, en la ciudad de Cuenca, al sur del país.

Por su parte, en la comunidad de Machala, tres personas murieron y varias estructuras se derrumbaron, entre ellas una casa de dos pisos y un embarcadero, mientras que varias comunidades se quedaron sin electricidad.

En la región de Guayas, se registraron daños en la estructura de edificios y centros comerciales, así como la caída de la fachada de un supermercado, aunque no se lamentaron decesos.

La empresa petrolera pública Petroecuador suspendió actividades temporalmente por precaución, aunque no registró daños en ninguna de sus instalaciones.

Tras producirse el incidente, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, hizo un llamado a la calma y afirmó que se evaluarían los daños y se prestarían los servicios necesarios para atender las necesidades de la ciudadanía.

Noticias en desarrollo…