Este martes, la candidata demócrata Kamala Harris presenta su “argumento final” para ser presidenta de EE. UU. en el mismo lugar donde su rival, Donald Trump, incitó la insurrección del 6 de enero de 2021. Mientras, Trump visita una ciudad en Pensilvania famosa por su amplia población latina, en medio de críticas por los comentarios contra Puerto Rico en un mitin republicano.
Tras actividades y reuniones privadas de la vicepresidenta de Estados Unidos y candidata a la Presidencia por el Partido Demócrata, Kamala Harris vuelve a las multitudes para explicar las razones por las cuales debe ser presidenta de la nación. El lugar escogido es un ataque retórico al candidato republicano Donald Trump.
Harris pronunciará su “argumento final”, apodado así por su campaña, en el mismo lugar en Washington D. C donde el expresidente Trump apoyó una insurrección que atacó el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
A una semana del día de las elecciones, el discurso de Harris desde el césped de la Elipse cerca de la Casa Blanca busca dar un golpe de opinión en medio de un empate técnico entre ambos candidatos, según encuestas.
El Servicio de Parques Nacionales, organismo encargado de autorizar este event, estima que asistan unas 20.000 personas, una cifra muy superior a las 8.000 previstas inicialmente.
La campaña demócrata ha estado promocionando activamente el evento en las redes sociales, incluido Instagram, llamando la atención de los votantes sobre la importancia del discurso.
Pero el evento, una gran reunión en la Elipse, al sur de la Casa Blanca, estará lejos de ser su último mitin.
Está previsto que Harris recorra todo el país en los últimos días de la campaña, visitando todos los estados clave.
Leer tambiénEl futuro de EE. UU. en las urnas: ¿qué proponen Kamala Harris y Donald Trump?
Trump a la ofensiva y preparado para contraatacar a Harris
La retórica de denunciar una insurrección o golpe de Estado ya no solo es usada por la campaña demócrata para atacar a Donald Trump por los violentos hechos ocurridos el 6 de enero de 2021 en el Capitolio estadounidense.
Desde su residencia privada en Mar-a-Lago, en el estado de Florida, Trump denunció sin evidencias que la presión ejercida por los demócratas para que el presidente Joe Biden abandonara su intención de reelegirse constituyó un "golpe de Estado".
"Se robaron la Presidencia de Estados Unidos. Pueden llamarlo golpe de Estado o lo que quieran, pero se la robaron", dijo Trump a los periodistas. "La forma en que se la arrebataron (en referencia a Joe Biden) no estuvo bien", agregó.
En el evento en su propiedad de Florida, Trump también acentuó los ataques contra su rival demócrata en política internacional y migratoria.
“Harris sería demasiado peligrosa para Estados Unidos como presidenta”, dijo Trump argumentando las guerras internacionales y los altos niveles de inmigración que han ocurrido durante su mandato como vicepresidenta.
Trump aprovechó para afirmar que una reforma migratoria es "el mayor tema" de su campaña y planteó la creación de un “fondo de compensación” para las “víctimas de delitos migratorios”.
El candidato recordó a una niña de Texas de 12 años que fue encontrada muerta en un arroyo no lejos de su casa. Un caso en el que la Policía acusó a dos hombres venezolanos que habían ingresado irregularmente a Estados Unidos,
Leer tambiénHarris en Michigan y Trump en Georgia: los estados péndulo marcan la recta final de la campaña
Amigo y enemigo de la comunidad latina
A pesar del repetido discurso en contra de las poblaciones migrantes en Estados Unidos, en su mayoría latinas, Trump busca el voto de esta comunidad acentuando la división entre aquellos latinos en situación regular y aquellos hasta ahora están llegando.
Este mismo martes, el expresidente y candidato visitará Allentown, una ciudad de gran población hispana puertorriqueña en Pensilvania, dos días después de que su mitin en Nueva York provocara indignación debido a los comentarios vulgares y racistas de un presentador comediante.
Tony Hinchcliffe, quien abrió el show de Trump en el Madison Square Garden el pasado domingo, calificó al territorio caribeño estadounidense de Puerto Rico como una "isla flotante de basura" y menospreció a los estadounidenses negros, los judíos y los latinos.
Desde la campaña republicana han querido expresar que los comentarios del comediante Hinchcliffe no representan a Trump.
Sin embargo, Donald Trump no se ha pronunciado al respecto y, al contrario, habló extensamente sobre su mitin en el Madison Square Garden, al que llamó una "fiesta de amor", un término que también ha usado para referirse a la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
Leer tambiénCampaña de Trump en aprietos por llamar a Puerto Rico "isla flotante de basura en medio del océano"
Con Reuters, AP y medios locales