La tormenta tropical Franklin ha causado más expectación que estragos hasta el mediodía de este miércoles en la República Dominicana, cuyo territorio recorre de sur a norte en esta segunda jornada no laborable dispuesta por las autoridades para evitar pérdidas de vidas humanas.
Hasta el momento se ha confirmado un deceso como consecuencia del fenómeno, cuyo núcleo principal se ha hecho esperar desde que el lunes se pusiera bajo alerta el país entero a causa de las lluvias previstas, que han tomado intensidad desde que tocara tierra por el sur sobre las 08:00 hora local (12:00 GMT).
El fallecido es un hombre de 33 años que fue arrastrado por las aguas en la Cañada de Hatillo, en la provincia de San Cristóbal, a unos 30 kilómetros de Santo Domingo, según confirmó a EFE la Defensa Civil.
Inundaciones recurrentes
Las precipitaciones están produciendo inundaciones en el sur, el este y en la capital dominicana, donde hay daños materiales en viviendas, especialmente en el entorno de las cañadas de sectores como Manoguayabo, donde sufren estos menesteres cada vez que hay lluvias torrenciales.
Los vecinos cruzan con toda naturalidad las calles anegadas como si vadearan un río que, a fin de cuentas, es en lo que se convierten algunas vías. Lo que más les duele son las pertenencias que pierden y los daños que causa el agua que entra en sus casas, algo demasiado frecuente.
Altagracia Jiménez, vecina de Villa Colina, en Manoguayabo, lamentó el problema que se encuentran con cada tormenta. "Se nos llena la casa de agua, perdemos todo lo que tenemos dentro del hogar y estamos muy incómodos", dijo a EFE.
En la barriada de Arroyo Bonito se quejan de que las inundaciones las genera una vivienda que no debieron construir en ese lugar, "nos está causando un problema, todas las casas se están inundando y no hay ahogados porque tenemos un equipo fuerte de rescate", afirmó en declaraciones a EFE un afectado, jaleado por varios vecinos que clamaban por "tumbar la casa".
Imprudencias a pesar de las advertencias
Aunque las calles principales de la capital se ven prácticamente desiertas y apenas hay tráfico, hay gente que se aventura a salir, con o sin paraguas, a pesar de las indicaciones de las autoridades, que han desplegado un amplio dispositivo para evitar pérdidas humanas y limitar las materiales.
Hay quienes, incluso, cometen la imprudencia de salir a pasar el rato bebiendo ron bajo la lluvia en el Malecón de Santo Domingo, tomando la jornada como un verdadero día de fiesta.
Mientras, los efectivos destinados a hacer frente a la tormenta continúan con sus labores, como la Defensa Civil, que ha evacuado a más de 300 personas de sus hogares, principalmente en barrios vulnerables como los que hay en Santo Domingo en los márgenes del río Ozama, que presenta peligro de crecida.
Franklin seguirá afectando al país
Franklin ha acelerado su desplazamiento en su tránsito sobre el país, que debe permanecer atento a la continuidad de las precipitaciones, las cuales, previsiblemente, persistirán al menos hasta mañana jueves.
"Las precipitaciones se van a sentir prácticamente en toda la geografía nacional", afirmó el director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), Juan Manuel Méndez, quien pidió a la población permanecer en lugares seguros: "Eviten tragedias".
Ante la situación que Franklin está generando en la República Dominicana, las autoridades mantienen todo el país bajo alerta, con 25 provincias en rojo y las 7 restantes en amarillo.
Los últimos datos meteorológicos hablan de vientos máximos de 65 kilómetros/hora, con precipitaciones que pueden llegar a ser de 300 y hasta 400 milímetros.
En lo que va de día, en Barahona, sur del país, por donde entró Franklin, ya se han registrado 240 milímetros, y se esperan más precipitaciones en otras zonas.
María Montecelos