El Parque Nacional Los Haitises es una de las reservas acuíferas más importantes del sistema de parques nacionales de la República Dominicana y del Caribe. Es un lugar mágico, espectacular y de una belleza indescriptible. Los Haitises significa "tierra alta o montañosa" en taíno. Aloja una de las principales atracciones ecológicas del país porque está constituido por un relieve conformado mayormente por rocas calizas tropicales, mogotes, algo característico de estas zonas climáticas de la tierra.
El Parque se encuentra ubicado en la provincia de Samaná (incluyendo parte de la Bahía de Samaná y la Bahía de san Lorenzo) y se extiende por las provincias de Monte Plata, Hato Mayor, Sánchez Ramírez y gran parte de Santo Domingo. Tiene una extensión de 1.600 km cuadrados, forma parte de un gran sistema kárstico formado hace unos 50 millones de años, que está compuesto por un rico mosaico de ecosistemas marítimos y terrestres: estuarios, ensenadas, bahías, cayos y mogotes, cuenta por igual con una vasta composición de manglares, entre los que se destacan el manglar negro, blanco, amarrillo y los manglares de botones, entre otras especies.
Quizás sea este lugar la octava maravilla del mundo. Una maravilla natural repleta de muchos islotes y cuevas, quizá la más singular y misteriosa sea la caverna San Gabriel, donde pueden apreciarse con total claridad las huellas de nuestros aborígenes con las pictografías alusivas a sus rituales, dioses y prácticas cotidianas. Dentro de la gran variedad de fauna hallamos el Halcón de Ridgway, el cual está en peligro de extinción, el Piculet Hispaniola, el Carpintero de la Hispaniola, la Esmeralda Española, los pelícanos, las aves de fragata, las garzas negras: todas estas aves las pudimos apreciar en el viaje que hicimos con Quieroloma. También pueden verse aves en vuelo transitorio, diferentes tipos de peces, los que sirven de sustento a los pobladores de esta zona, quienes viven de la pesca.
Este Parque fue creado en República Dominicana mediante la Ley 409 del 3 de junio de 1976, aunque ya en 1968 la Ley 244 había creado una Reserva Forestal llamada Zona Vedada de Los Haitises.
Su ecosistema es grandioso y contiene un magnífico tesoro arqueológico y patrimonial, pues hay más de un centenar de cuevas repartidas por el Parque: puedes descubrir la mayor colección de pinturas rupestres del país asociadas a las antiguas culturas precolombina en sus diversas cuevas. En esta zona, como es de esperarse, es un de los destinos en que existe y se desarrolla el turismo de cueva.
Los Haitises ofrece una auténtica explosión de vida silvestre, ya que es el hogar de más de un centenar de especies de aves, desde los pelícanos, las gallaretas hasta especies endémicas y el peligro de extinción, entre otras. También es el hábitat o espacio natural de algunos mamíferos prominentes (los murciélagos, la jutía y el solenodonte) y una magnífica diversidad de plantas.
“Uno de los lugares más peculiares en todo el Parque es la Bahía de San Lorenzo: una bahía chiquita dentro de la bahía grande. Los manglares, cayos, mogotes y demás formaciones rocosas que salpican la caprichosa costa de la bahía son el hogar de todo tipo de aves y mamíferos marinos, y hacen de este paisaje una auténtica maravilla. No dejes de visitar la playita de Punta Arena”, un hermoso lugar en el extremo norte de la bahía.
Conocí este lugar gracias a una excursión realizada por Quieroloma. Arribamos por el muelle de Sánchez ubicado en la provincia de Samaná; subimos al bote, nos pusimos los chalecos salvavidas y comenzamos el emocionante recorrido con las orientaciones y las amables instrucciones del guía, el profesor Carlos Marte. El regreso fue apoteótico e inolvidable, con el mar en picada y sintiendo los torrentes de agua salina que golpeaban nuestros rostros. Uno se maravilla anta la presencia majestuosa y subliminal de la madre naturaleza y su generosidad abundante, cuyo esplendor de las platas, las aves y la biodiversidad enamoran el alma.
El recorrido en el bote dura aproximadamente unas dos horas. El Parque tiene paisajes muy hermosos y que nos dejaron sorprendidos, anonadados, boquiabiertos. En el recorrido que pudimos disfrutar de paisajes singulares y conmovedores, por eso se han filmado allí varias películas de factura internacional.
Me seduce siempre el vuelo de los pájaros, desde mi infancia, por lo que me disfruté como nadie el espectáculo de los pelícanos volando sobre un islote próximo a la Bahía de San Lorenzo, lo mismo que de los diferentes cayos y el sistema de mangles. Visitamos la Caverna San Gabriel, allí puede verse en las piedras expresiones y representaciones del arte rupestre de los antiguos aborígenes, ese lugar es mágico y transmite paz.
Comparto el video de esta inolvidable experiencia con Quieroloma: