Apple, la reconocida marca de tecnología, asegura que sus nuevos Vision Pro son una revolucionaria computadora espacial que fusiona el contenido digital con el mundo físico y permite a los usuarios mantenerse presentes y conectados con otras personas.

En Estados Unidos, tras varios meses de expectativas, comenzó la venta del nuevo producto de la empresa de Cupertino a partir de este mes, con un precio de US$ 3.499.

Pero, ¿cómo funcionan las gafas que han sido tendencia en las redes sociales en las últimas horas?

Las Vision Pro están compuestas por una computadora equipada con un chip M2 y dos pantallas microLED de 1,5 pulgadas internas en un visor, permitiendo visualizar contenido 4K con un ángulo de 120 grados.

Cuenta con cámaras para rastrear el movimiento ocular, proporcionando interacción con la interfaz 3D. Además, tiene una pantalla OLED externa que despliega los ojos del usuario o una animación.

Los Vision Pro tienen cámaras externas que reproducen el entorno del usuario en tiempo real, permitiendo un movimiento seguro y una interacción social más fluida que con los anteojos de realidad virtual convencionales.

Las cámaras y sensores externos capturan y muestran el entorno, asegurando una experiencia realista y previniendo colisiones.

El usuario se inicia sesión mediante la observación del iris y la pupila. Las cámaras también registran gestos manuales, eliminando la necesidad de controles remotos, manteniendo la compatibilidad con estos mediante interacción vocal, teclados, ratones y "gamepads".

Incluye una batería externa para dos horas de autonomía, esta se conecta con un cable por el lateral para colocarse en el bolsillo.

Estos anteojos consisten en una interfaz digital que se mezcla con nuestro entorno real, gracias a su sistema operativo, llamado VisionOS.

Este gadget tecnológico, si bien está dirigido principalmente a los entusiastas de la realidad mixta, apunta a un público más amplio, ya que Apple lo describe como su primera incursión en la "computación espacial", y un producto para trabajar más que para videojuegos.