Wall Street mostró una mayor estabilidad esta semana tras la importante volatilidad que han registrado los mercados desde que Ucrania se viera invadida por fuerzas rusas a finales de febrero, influida por el esperado aumento de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) y pese a la continuación del conflicto europeo.

Los tres principales indicadores del parqué neoyorquino registraron ganancias acumuladas: el Dow Jones de Industriales subió esta semana un 0,31 %, el selectivo S&P 500 un 1,79 %, y el índice Nasdaq, en el que cotizan las principales tecnológicas, un 1,98 %.

En los últimos cinco días las plazas europeas presentaron una evolución más dispar, con alzas del 1,39 % y 1,06 % en Milán y Londres, respectivamente, y caídas en torno al 1 % en París y Madrid, y del 0,75 % en Fráncfort.

Wall Street se alejó esta semana de los empinados avances de la semana pasada, que llevaron por ejemplo al Nasdaq a cerrar el viernes pasado con un avance del 8,8 %, y no consiguió encontrar un rumbo claro ante la influencia de varios factores.

Uno de los más destacados de la semana tuvo que ver con las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, que el lunes advirtió una vez más del aumento desbocado de la inflación y prometió tomar medidas, una declaración de intenciones que se produjo menos de una semana después de anunciarse la primera subida de tipos de interés desde 2018.

Aunque el lunes los inversores se preocuparon por la elevada inflación que subrayó Powell, que puso de relieve uno de los principales problemas que registra la economía estadounidense en estos momentos, el martes se fijaban más en el hecho de que la Fed quiere encontrar una solución al problema, y el Dow conseguía avanzar un 0,74 %, contrarrestando las pérdidas de la jornada anterior.

"El mensaje que escuchamos (de Powell) nos está preparando para lo peor, pero nos hace tener esperanzas para el mejor escenario", dijo la directora de inversiones de SoFi, Liz Young, al medio especializado CNBC.

En concreto, hay esperanzas de que el banco central estadounidense aumente los tipos de interés más de lo que se había pensado previamente, y que en lugar del 0,25 podría ser un 0,50, según previsiones de Goldman Sachs, algo que los expertos consideran "apropiado".

La semana se siguió viendo arrastrada por el conflicto de Ucrania, puesto que no parece haber perspectivas a corto plazo de que el enfrentamiento llegue a su fin, pero también se animó con los buenos datos del mercado laboral en Estados Unidos dados a conocer el jueves, que revelan que las solicitudes del subsidio por desempleo disminuyeron la semana pasada a 187.000, el nivel más bajo desde septiembre de 1969.

Las cifras dan respaldo a los analistas que creen que la economía estadounidense seguirá creciendo a buen ritmo a pesar de la guerra en Ucrania, los problemas en la cadena de suministro y la subida de los tipos de interés decidida por la Reserva Federal (Fed).

Por su parte, el petróleo de Texas sufrió cierta volatilidad a principios de semana, al cerrar el lunes con un destacado ascenso del 7,1 %, aunque se movió de forma más discreta el resto de las jornadas, para cerrar en 113,90 dólares el barril.

En otros mercados, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años registró un repunte destacado hasta situarse en torno al 2,493 %, el oro acabó la semana en 1.954,10 dólares la onza y el dólar se fortaleció frente al euro.