Wall Street abrió este lunes en terreno mixto y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, bajaba un 0,23 % con los inversores pendientes de la guerra en Ucrania y la pandemia de la COVID-19 en China.
Media hora después del inicio de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones recortaba 78,64 puntos, hasta 34.782,60, mientras que el selectivo S&P 500 ascendía un 0,18 % o 8,09 enteros, hasta 4.551,15.
Por su parte, el índice Nasdaq, que aglutina a las tecnológicas más importantes, progresaba un notable 0,81 % o 115,47 unidades, hasta 14.284,77.
El parqué neoyorquino parecía tomar un respiro después de dos semanas de ganancias, con la vista puesta en la invasión rusa de Ucrania y el repunte de casos de coronavirus en China, donde las autoridades de Shanghái han ordenado nuevos confinamientos.
Los analistas miraban esta mañana al mercado de deuda, donde el rendimiento de ciertos bonos del Tesoro a corto y medio plazo superaba al de los títulos a largo plazo, lo que en algunos casos es considerado una señal de recesión.
En el plano corporativo, Tesla se disparaba un 5,8 % tras anunciar al regulador estadounidense que planea una división de sus acciones, actualmente con un valor de casi 1.070 dólares, para pagar dividendos a sus accionistas.
Por sectores, predominaban las pérdidas y estaban encabezadas por las empresas de energía (-2,81 %), materiales básicos (-1,29 %) y finanzas (-1,09 %), mientras que subían las de bienes no esenciales (1,59 %) y tecnología (0,37 %).
La caída en el sector energético iba ligada a la del precio del petróleo, con el barril de Texas recortando a esta hora más del 7 % ante la preocupación por las repercusiones sobre la demanda que puede tener el confinamiento en Shanghái.
Entre los treinta valores del Dow Jones, destacaban los descensos de Dow Inc (-2,32 %), JPMorgan (-2,22 %), Chevron (-2,04 %) y 3M (-1,85 %), así como los avances de Microsoft (1,63 %), Salesforce (1,05 %) y Visa (0,34 %).
En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba a 105,81 dólares el barril, el oro descendía a 1.935,90 dólares por onza, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años se situaba en el 2,462 % y el dólar ganaba terreno frente al euro, con un cambio de 1,0968.