El gobierno dominicano presentó la Política Nacional de Innovación 2030 (PNI2030), que establece un marco general para el fomento y coordinación de la innovación, la creatividad y la investigación científica y tecnológica.

La PNI2030 viene siendo la visión del país de los próximos años a partir del abordaje del talento humano, la gobernanza efectiva y la inversión. Estos aspectos son los tres desafíos que se identificaron en todo el proceso, que comenzó con la creación del Gabinete de Innovación de la Presidencia de la República en julio 2021.

El documento de la PNI2030 presenta los principales desafíos del país y propuestas específicas para cada uno en el corto, mediano y largo plazo. Los temas se identificaron y analizaron con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el capítulo dominicano del Project Management Institute (PMI).

El mantra shakesperiano de hoy no es “ser o no ser”, sino innovar o morir, Bartolomé Pujals, director Ejecutivo del Gabinete de Innovación.

Los principios de la política nacional de innovación son la co-creación, el pensamiento creativo, el pensamiento crítico, el dinamismo, la iteración, las metodologías ágiles, el enfoque a la solución, el pensamiento sistémico.

Las capacidades que desafían al país en la agenda 2030

No importó cómo se abordara o con quiénes se planteara la discusión, para la gente la educación es el aspecto más relevante en los debates sobre la innovación y las brechas de desarrollo del país. Y es lógico, la innovación la producen las personas, y para innovar en este siglo XXI se necesitan altas competencias.

Otro aspecto identificado por la gente en cada espacio de conversación fue la necesidad generar un verdadero ecosistema virtuoso de innovación que permitiera la debida articulación de todos los actores involucrados y la realización de los ajustes necesarios para eliminar los obstáculos que se presentan en el proceso de producción de la innovación.

Por último, cómo se financia la innovación. En efecto, la innovación necesita recursos. De otra manera, será imposible generar proyectos de alto impacto, que sobrepasen las fronteras nacionales e inspiren la generación de potenciales emprendimientos que aporten gran valor económico y que sean diferenciadores en el mercado contextual.

Según menciona el documento, las recomendaciones más repetidas en los encuentros fueron:

  • La necesidad de pensar de manera regional y global
  •  Dar relevancia a la mentalidad y cultura de la innovación
  •  Invertir con foco, sectorizando la política
  •  La importancia de la territorialidad de la innovación
  •  Invertir en talento humano
  •  Tener una visión de internacionalización
  •  Generar una gobernanza efectiva

Propuestas generales de la política de innovación

Entre los desafíos fundamentales a los a los que la política tiene la capacidad de contribuir a su solución, destacan:

  • Las reducidas oportunidades de habilitar espacios institucionales para el conocimiento, apoyo en inversión y mecanismos que incentiven la I+D+i.
  • Focalizar la investigación y el desarrollo de innovaciones hacia la competitividad, inclusión y resiliencia de los sectores productivos, instituciones del gobierno y la capacidad de innovación de las personas, emprendedores y MIPyMES.
  • Necesidad de incentivos en los sectores productivos para invertir en la creación de conocimiento, y en adaptación tecnológica para la economía competitiva, transformadora con capacidad de adaptación a los cambios del entorno.
  • Dispersión de las iniciativas, programas y proyectos de innovación, investigación científica y logros de nuevos prototipos, productos y servicios.
  • Reducir la aversión al riesgo de innovación empresarial y de las limitaciones en los trámites y facilidades para la creación, innovación y desarrollo de nuevos bienes y servicios.
  • Brechas persistentes para la inclusión tecnológica y conectividad que faciliten un entorno habilitante a través de la digitalización y reduzcan las desigualdades de género, proveer resiliencia frente a choques y la inclusión de los grupos vulnerables en la era digital.
  • Brechas institucionales y de apoyo al clima de negocios para la inversión extranjera en innovación.
  • Reducidas condiciones para la sostenibilidad del talento humano siendo necesario combatir la fuga de estos y la pérdida de oportunidades de aprendizaje de otros contextos más avanzados.
“No se trata de un plan estratégico, se trata de una estrategia emergente.”

Cabe destacar que la hoja de ruta “no está escrita en piedra”. El Gabinete la ha planteado como dinámica, flexible, tolerante al error, dispuesta a cambiar cuando los indicadores y las circunstancias así lo sugieran.