El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se disparaba este martes más del 4 % en la apertura y se situó en 124,35 dólares por la expectativa de que Estados Unidos prohíba hoy las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia.
A las 9.05 hora local (14.05 GMT) en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en abril sumaban 4,95 dólares por barril respecto al cierre de la jornada anterior.
El barril de referencia estadounidense se elevaba ante la expectativa de que el presidente de EE.UU., Joe Biden, declare esta mañana un veto al petróleo ruso en una nueva medida de presión a Moscú por la invasión a Ucrania, según adelantaron varios medios.
La Casa Blanca ha enviado una actualización de la agenda presidencial en la que incluye una intervención a las 10.45 hora local (15.45 GMT) sobre Rusia e indica:
"El presidente anunciará medidas para continuar haciendo responsable a Rusia de su guerra injustificada y sin justificación en Ucrania", lo que fue interpretado como el anuncio del esperado veto al crudo ruso.
Los precios de la energía se han disparado desde que Rusia inició la invasión de Ucrania por orden del presidente Vladimir Putin hace casi dos semanas y los países occidentales han impuesto sanciones económicas contra su Gobierno, que tienen ramificaciones globales.
Rusia, uno de los líderes exportadores de crudo y productos petrolíferos, enfrenta un duro castigo que abocará a su economía a la recesión y ya está experimentando dificultades para vender sus combustibles pese a que las medidas no abarcaban su sector energético.
El barril de Texas alcanzó este domingo un pico de 130 dólares, mientras que la gasolina llegó ayer a los 4,173 dólares en los surtidores de EE.UU., en ambos casos tocando récords no vistos desde el verano de 2008.
Antes del conflicto bélico al este de Europa, el mercado de petróleo ya se presentaba muy ajustado por la creciente demanda derivada de la salida de la crisis del coronavirus, y la perspectiva de un suministro más limitado aún ha disparado los precios.
Desde el comienzo del año, el Texas se ha encarecido casi un 65 %, y solo en el último mes un 38 %.