El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con un descenso del 1,26 % y se situó en 93,15 dólares el barril, tomándose un respiro tras la subida de ayer.
A las 09.02 hora local de Nueva York (13.02 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en septiembre recortaban 1,19 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior, en la que se revalorizó un 2,6 %.
El petróleo de referencia estadounidense comienza la sesión a la baja, pero se espera que termine la semana con ganancias en torno al 5 % gracias a unas menores preocupaciones por la recesión entre los inversores.
Según los analistas, el mercado está hoy evaluando las perspectivas opuestas sobre la demanda de crudo para este año de la OPEP, negativas, y la Agencia Internacional de la Energía (AIE), positivas.
Este jueves, la OPEP estimó que el consumo de crudo crecerá en 2023, pero para este año revisó ligeramente a la baja sus previsiones por los riesgos geopolíticos y la pandemia en el segundo semestre.
Entre tanto, la AIE ha elevado sus previsiones de crecimiento de la demanda para los próximos meses, que atribuye a un mayor uso del crudo frente al gas debido a la fuerte subida de los precios de esta última fuente.
"Ha habido mucho que digerir esta semana, con las negociaciones nucleares con Irán en marcha, la subida de los inventarios en EE.UU., también la subida de la producción, la saga del oleoducto rusa Druzhba y varias previsiones", dijo el analista Craig Erlam, de la firma Oanda.