"… No vamos a aumentar impuestos, hoy quiero anunciarles que no someteremos ninguna reforma tributaria". La frase de Luis Abinader aplacó todas las expectativas de que el Gobierno, necesitado de más recursos para enfrentar el año 2022, sometería una reforma fiscal. Y deja al mandatario bien aplaudido por la decisión.

El presidente Abinader, en un discurso de poco más de ocho minutos, dijo que "no es el momento de pedir a los dominicanos más esfuerzos… Es el momento de estar cerca de la gente", refiriéndose de manera específica a los efectos en la economía doméstica que ha tenido el aumento de los precios del petróleo y las materias primas. Y también dijo que sus esfuerzos se seguirán concentrando en la recuperación de la economía dominicana.

El discurso fue una especie de alivio frente a la inquietud que despertó la posibilidad de una reforma fiscal, y que tuvo como antecedente muchos rumores, esparcido en algunos casos por los mismos funcionarios.

Cuando más se habló de la reforma fiscal, fue cuando circuló una especie de propuesta, que días después salió el vocero de Presidencia, Homero Figueroa, a decir que no había sido divulgada por el Gobierno.

A los cuatro días de ese "desmentido" por parte de Homero Figueroa, el director de Presupuesto, José Rijo, dijo que la reforma fiscal iba, "sí o sí" este año. Y también indicó que el documento de propuesta que salió, era un borrador inicial con todas las posibilidades para que los diferentes intereses comenzaran a ver qué era lo posible.

Lo que ocurrió en el Senado

El choque más vergonzoso que tuvo como origen los rumores de la reforma, fue la escenificada en el Senado de la República, cuando un grupo de 27 senadores sometió una salida salomónica, que desencadenó en un choque entre los legisladores Antonio Taveras, de Santo Domingo, y Bautista -Bauta- Rojas, de Hermanas Mirabal.  "Cállese", y "cállese usted" se gritaron los legisladores en el pleno.

La propuesta del grupo de senadores, apuntaba a eliminar todas las exenciones fiscales, incluyendo sus beneficios como legisladores. Una especie de condicionante para despedirse de los fondos de asistencia social que reciben, conocido como "barrilito". Y llegó casi al mismo tiempo en que la periodista Alicia Ortega, en El Informe, presentara registros de cómo muchos de los senadores gastan el famoso "barrilito". Compras de langostas, vinos, o cheques de ayuda que llegaron a medias, o no llegaron, denunció Ortega en su entrega de anoche.

Reacciones al discurso del presidente

La decisión de no llevar la reforma fiscal tuvo en las redes sociales sus aplausos comenzando por la batería de funcionarios que ayudó a posicionar etiquetas en Twitter como #LuisTeEscucha.

A los aplausos se excluye el veneno del dirigente del partido de Gobierno, Ramón Alburquerque, cuando dijo que el mandatario desistió de la reforma, porque se evidenció que "los ricos" (refiriéndose a Abinader) no pagan impuestos por usar offshores, a propósito de que el mandatario figuró en los famosos Papeles de Pandora.

Al reconocimiento se incluyó la ex vicepresidenta, Margarita Cedeño, cuando tildó anoche de "muy atinada" la decisión de posponer la reforma, porque "el país no aguanta mas cargas".

Cesar Dargam, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), dijo que el discurso del presidente, provocaba "optimismo, estabilidad y confianza".