SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El 23 de junio de 2021, a las diez de la mañana, el presidente Luis Abinader cumplirá su palabra empeñada. Salvo algún evento mayor, estará en el viejo muelle de Cabo Rojo donde dará el picazo de arranque del desarrollo turístico de Pedernales. Y, si presenta soluciones de largo aliento, ahí mismo comenzaría a derrumbar el muro gigante de incertidumbre, sembrado en el imaginario de la comunidad por una larga cadena de promesas gubernamentales incumplidas.
Cabo Rojo dista a 20 minutos en auto desde el parque central del municipio, en dirección este-sur. El sitio es idílico, por la confluencia de atractivos en su entorno: playas, cenotes, fauna, flora, islas, islotes, clima, dos parques nacionales.
Allí está el muelle de finales de los años cincuenta, por donde la Alcoa Exploration Company embarcó millones de toneladas métricas de bauxita, hasta mediados de los ochenta, cuando se fue sin rubor, atraída por otros mercados. Luego han seguido Ideal y Dovemco; el pasivo ambiental es impagable; el empobrecimiento, creciente. La infraestructura será readecuada para que también puedan atracar cruceros.
Allí están las edificaciones del hotel Senior Staff, que sirvió de alojamiento durante décadas a los ejecutivos de lujo de la minera estadounidense; la obra diseñada por el maestro de la Arquitectura, Gay Vega, será remodelada y convertida en hotel boutique con una inversión oficial de 30 millones de dólares, ha informado el director de Alianzas Público-Privada, Sigmund Freund.
Allí, aún activo, el aeródromo que desde inicio de la década del sesenta del siglo XX, recibía las aeronaves privadas con los ejecutivos alcoeros y allegados.
Desde allí sale la impresionante carretera de la bauxita, y llega hasta Aceitillar, en lo más alto de las montañas, área de bauxita de primera; del “polo magnético” (ilusión óptica), y del cañón hoyo Pelempito, uno de los principales atractivos de la provincia.
Conforme adelantos, será remodelada y extendida para conectar, vía sierra Baoruco, con las provincias Independencia y Baoruco, para integrar la Región Enriquillo.
EN PAPELES
El Fideicomiso Pro Pedernales (FPP) ha sido creado por el decreto 724 del 22 diciembre de 2020, como herramienta para convertir en polo turístico esa provincia del extremo más austral del territorio dominicano, a seis horas en coche por la carretera del sur desde el Distrito Nacional.
En 2004, la ley 266 había establecido que el sur profundo (Barahona, Baoruco, Independencia y Pedernales) representa “una demarcación turística prioritaria”. Pero su mandato se esfumó entre las brumas del tiempo.
Ahora, al amparo de la ley 189 de 2011, se ha estructurado el FPP, como herramienta para la promoción del polo turístico Pedernales, mediante la planificación, diseño, promoción, implementación y ejecución de infraestructuras de servicios y otras obras complementarias.
Bajo el modelo de alianza público-privada, se proponen la construcción de 10 mil habitaciones hoteleras al término del cuatrienio, en 2024, 3,500 en la primera etapa; un aeropuerto internacional, reconstrucción y readecuación del muelle de embarque de minerales; sistemas de producción de energía renovable (eólica, solar).
El Gobierno aportará las tierras y la infraestructura de servicios básica; los inversores privados, los complejos hoteleros, aeropuerto. Las autoridades han enfatizado que los terrenos seguirán como propiedad del Estado.
PROMESAS VANAS
En su discurso de su primera presentación de memorias a la Asamblea Nacional, el 27 de febrero de 2021, el presidente Abinader abrió un paréntesis y pidió a los pedernalenses que les esperaran en junio. Sabe de la incredulidad colectiva sembrada y abonada por políticos.
Desde su juramentación, el 16 de agosto de 2020, ha prometido que durante su gestión convertirá a esa provincia en destino turístico sostenible. En gobiernos anteriores, funcionarios derrocharon promesas de panaceas económicas. Sigue fresca en la memoria, la esperanzadora frase: “Ha llegado la hora del sur”. Dicen en el pueblo que “es la hora que nunca ha llegado”.
INQUIETUDES AL VUELO
Willy Peña, es pedernalense. Estudió hotelería y turismo, es Master en Dirección y Administración de Empresas Hoteleras, egresado de una universidad Puerto Rico. Gerente administrativo y de operaciones de unos hoteles en el este del país, pero le gustaría trabajar en su pueblo.
“Es el terruño donde nací, mi casa”, puntualiza.
Y aconseja: “Hace mucho que se viene anunciando el desarrollo turístico, y, hace más de diez años, he advertido que si los pedernalenses quieren ser protagonistas de ese proceso, deben prepararse en el área y estudiar inglés, mínimo.
Cuando empezó el turismo en la zona de Punta Cana y Bávaro, muchos de los nativos creyeron tener trabajo por el simple hecho de tener en su territorio los hoteles y otros negocios, pero la realidad fue otra. Unos han tenido que conformarse con posiciones menores, y otros se han preparado tras el auge del turismo”.
Leonardo Pérez, licenciado en Medio Ambiente y Recursos Naturales, nativo de la comunidad, celebra que Pedernales sea convertido en destino. Pero piensa que, “ambientalmente, los proyectos deben estar sustentados en estudios de impacto reales, de modo que puedan sostenerse en el tiempo y causen el menor impacto al ecosistema”.
Herminio Moquete, exfuncionario de la Alcaldía, actual presidente de la Asociación de Propietarios de Tierras, opina que los pedernalenses deben de empoderarse.
“Debemos apoyar la inversión en el sector turismo, sobre todo la que dinamiza y fortalece nuestras áreas rurales”.
Ruth Villegas, presidenta de la Asociación de Pedernalenses Ausentes (ASPA), aplaude la iniciativa gubernamental; sin embargo, advierte que los pedernalenses deben velar para que se desarrolle con apego a la protección de los recursos naturales y sean parte de los proyectos”.
“Creemos que ahora es el momento para tan anhelado sueño. El presidente Abinader ha puesto su mira en nuestra región, y nos sentimos esperanzados porque creemos que realmente ha llegado la hora de Pedernales. Deben mejorar las condiciones de vida de la gente y las inversiones ser amigables con el medio ambiente”.
El veterano corresponsal de medios, Luis Eduardo Acosta, cree las inversiones “han renovado las esperanzas del desarrollo de toda la Región Enriquillo”.
La presidenta del Clúster Turístico Pedernales y propietaria del hostal Doña Chava, Katia Adames, celebra que, al fin, vaya a comenzar la ejecución del proyecto. Y dice que su gremio postula “la participación de todos los sectores en el proceso”.
Adrián Fernández, presidente de la filial de la Asociación Dominicana de Prensa Turística (Adompretur): “Pedernales siente júbilo porque ve su sueño convertirse realidad. Habían perdido las esperanzas de explotar los potenciales con que la naturaleza dotó a esa zona. Celebramos el primer proyecto del destino con matices y conceptos exclusivos como es su gente”.
Celebran, pero no quieren enclaves que marginen el desarrollo integral de las comunidades receptoras. Desde el primer día, esperan fuertes inversiones en la capital de la provincia y en el otro municipio, Oviedo. Y que reverdezcan las comunidades agrícolas.
No quieren guetos. El Gobierno reitera su promesa de turismo sostenible, respeto absoluto a los recursos naturales y participación comunitaria.