El aumento del precio de los alimentos que ha producido la guerra entre Ucrania y Rusia, dos importantes exportadores globales en el sector, está afectando ya a la ayuda humanitaria global que facilita el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, que se ha encarecido en un 50 %.
"Actualmente tenemos que pagar 71 millones de dólares más cada mes por nuestras operaciones", destacó hoy el portavoz del PMA Tomson Phiri, quien subrayó que la subida de costes "reduce nuestra capacidad para ayudar a los más necesitados en un año en el que el mundo afronta un año de hambre sin precedentes".
Rusia y Ucrania comparten la cuenca del mar Negro, una de las principales zonas de producción agrícola de Europa, y hasta el estallido del conflicto sumaban un 30 % de las exportaciones mundiales de trigo, un 20 % de las de maíz y un 76 % de las de derivados del girasol.
El PMA de la ONU concentra actualmente sus envíos de ayuda alimentaria en Yemen, Siria, Etiopía, Afganistán, Sudán del Sur, Burkina Faso, Líbano, Malaui, Mozambique y Somalia.