El presidente de la Confederación de la Industria Alemania (BDI), Siefried Russwurm, se pronunció este martes contra un posible embargo al gas y al petróleo rusos por las consecuencias que esto tendría para las empresas y los consumidores alemanes.
"Las imágenes que nos llegan de Ucrania son horribles pero en nuestras decisiones no podemos desconectar la racionalidad", dijo Russwurm en declaraciones a la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF).
Russwurm dijo además que la idea de que con los pagos por el gasto se financia actualmente la guerra en Ucrania "es ingenuo porque Vladimir Putin se armó durante años".
El 55 por ciento del gas que se consume en alemania proviene de Rusia a través del gasoducto Nord Stream I, a través del Báltico, y de los gasoductos que atraviesan Ucrania y Polonia.
Otro gasoducto a través del Báltico, Nord Stream II, está terminado pero se ha suspendido la licencia para que empiece a funcionar debido a la guerra en Ucrania.
Las sanciones a los bancos rusos excluyeron al Sberdbank y al Gazprombank para poder seguir pagando a través de ellos las importaciones de gas y petróleo.
Sin embargo el Gobierno ruso ha amenazado con cortar el suministro a través de Nord Stream I como reacción a las sanciones que considera injustificadas y al bloqueo a la puesta en funcionamiento de Nord Stream II.
El canciller alemán, Olaf Scholz, se había pronunciado el lunes en contra de un embargo al gas ruso alegando que, aunque se están buscando fórmulas alternativas para asegurar el suministro energético, estas no se encontrarán de la noche a la mañana.
En sus declaraciones a ZDF Russwurm también se refirió a las empresas que han sido afectadas por las sanciones y a aquellas que se han retirado por iniciativa propia de sus negocios con Rusia.
A ese respecto, Russwurm dijo que hay un acuerdo con el Gobierno de que se examinará caso por caso para determinar si algunas empresas requieran ayudas.
"Exigir es en estos momentos la palabra equivocada", dijo al ser interrogado acerca de si las empresas "exigían" una ayuda del Gobierno.
"Lo que hay que hacer ahora es prepararnos todos para una situación que se hará más difícil", agregó.
Confrontado con las relaciones económicas con Rusia, que se mantuvieron pese al ataque a Georgia en 2008 y la anexión a Crimea en 2014, dijo que ello también había sido intento por "mantener canales abiertos" y que había que ver con se manejaban las situaciones en el futuro.
"Tal vez la lección más importante es que hay que evitar caer en dependencias como la dependencia energética frente a Rusia", dijo.