El Ministerio Público es el más valioso recurso con que cuenta la sociedad dominicana, y el Estado, para perseguir el crimen organizado, la corrupción, la impunidad y toda clase de ilícito que lesione el interés público.
El artículo 169 de la Constitución de la República le atribuye la responsabilidad de la política criminal del Estado. Y eso es una inmensa responsabilidad que sólo los fiscales, encabezados por la Procuradora y sus adjuntos, pueden poner en acción.
Veamos lo que dice la Constitución:
Artículo 169.- Definición y funciones. El Ministerio Público es el órgano del sistema de justicia responsable de la formulación e implementación de la política del Estado contra la criminalidad, dirige la investigación penal y ejerce la acción pública en representación de la sociedad.
Párrafo I.- En el ejercicio de sus funciones, el Ministerio Público garantizará los derechos fundamentales que asisten a ciudadanos y ciudadanas, promoverá la resolución alternativa de disputas, dispondrá la protección de víctimas y testigos y defenderá el interés público tutelado por la ley.
Nunca antes el país había contado con un Ministerio Público como el que tiene en esta administración. El poder ejecutivo no se involucra en las actividades del Ministerio Público, no traza pautas, no decide quién debe ser investigado o apresado, o incluido en un expediente acusatorio o quién debe ser excluido de alguna investigación, pese a que haya documentos que prueben su presencia en los hechos. Eso es cosa del pasado.
El presidente Abinader designó a Miriam Germán Brito como Procuradora General de la República, y como adjunta y directora de Persecución a Yeni Berenice Reynoso. Era la primera vez que se reunía con ellas, cuando le tomó el juramento y las instó a responder sólo a la Constitución y las leyes. Fue un acto riesgoso y valiente. Entregó parte del poder que corresponde al primer mandatario, de controlar el Ministerio Público, a dos mujeres de extraordinario valor y de una trayectoria ética impecable.
El equipo que encabeza Miriam Germán Brito y que integran Yeni Berenice Reynoso, Wilson Camacho y los procuradores adjuntos designados por el presidente Abinader ha presentado credenciales y cuenta con la aprobación de una gran parte de la sociedad dominicana. En todas las evaluaciones de desempeño que se realizan sobre los dos años que lleva esta administración el respeto, la credibilidad y la solvencia de esa área de persecución del crimen y la corrupción obtiene excelentes calificaciones.
Hay, sin embargo, quienes desean sembrar cizaña y estropear los avances que hemos alcanzado como país en la persecución de la corrupción. El interés mayor se encuentra en los imputados en notables casos, así como en sus aliados políticos, que ponen en ejecución la estrategia de provocar fraccionamientos en un equipo que ha sido vertical en su trabajo y en su decisión de no torcer el cumplimiento de su mandato.
Hablar de divisiones en el Ministerio Público es distorsionar las naturales divergencias que pudieran surgir sobre casos en proceso. Miriam Germán Brito ha sido clara en su orientación sobre la labor de los fiscales y el respeto de los derechos de las personas imputadas. En dos casos la doctora Germán Brito se ha inhibido: Odebrecht y Medusa, por los antecedentes que personalmente pudieran interpretarse como vinculantes.
Atacar al Ministerio Público es tratar de debilitar cada uno de los casos que se presentan ante los tribunales o que siguen en investigación y preparación de los expedientes acusatorios. Un caso ya aireado, aunque nunca oficialmente, está relacionado con una investigación criminal en la que se encuentra el ex ministro de Hacienda, en la pasada administración, Donald Guerrero. Las diferencias que han surgido sobre el procedimiento de documentar al interesado sobre lo que se investiga son normales, en situaciones en que hay piezas claves del expediente, aún sin medidas de coerción, que tres meses después de que ocurrieron se presentan como síntomas de división y fraccionamiento. Y con cuestionamientos que parecieran originados por abogados de imputados.
La Procuraduría General de la República, y su liderazgo que muy bien encarna la doctora Miriam Germán Brito, no deben perder tiempo con estos ataques. Al contrario, lo que corresponde es que fortalezcan su trabajo, su unidad, y se cuiden de las filtraciones que pudieran ocurrir, para que quienes han cometido crímenes o delitos puedan ser encauzados y procesados.
El Ministerio Público dominicano es una de las entidades oficiales que genera mayor orgullo y apoyo para el conjunto de la sociedad dominicana.