Rokeya Rafique es la Directora ejecutiva de Oxfam y escribió el prólogo del reciente informe de esa organización sobre la desigualdad, titulado DESIGUALDAD S.A. El poder empresarial y la fractura global: la urgencia de una acción pública transformadora.

Rafique explica en su presentación del informe que la única forma de enfrentar la creciente desigualdad es frenando a los acumuladores de riquezas, haciéndoles cumplir las leyes y que los trabajadores puedan ejercer sus derechos a la sindicalización y a la libre expresión.

El resumen ejecutivo del informe es muy explícito, y plantea algunas cuestiones que consideramos necesario divulgar en la República Dominicana. Esta es una parte del resumen ejecutivo del informe sobre desigualdad, de Oxfam:

Jeff Bezos es uno de los hombres más ricos del mundo. Su fortuna, de 167 400 millones de dólares estadounidenses, ha aumentado en 32 700 millones de dólares desde 2020. Bezos viajó al espacio por 5500 millones de dólares, y agradeció a los trabajadores y trabajadoras de Amazon el haberlo hecho posible. Amazon lleva años esforzándose por evitar la sindicalización de los trabajadores.

El reverendo Ryan Brown trabaja en un centro logístico de Amazon en Carolina del Norte. Describe el trabajo como monótono y físicamente extenuante, donde las y los trabajadores sufren racismo y discriminación. Participa en la organización de iniciativas en el lugar de trabajo para hacer frente al racismo y asegurar un salario digno.

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Rokeya Rafique, directora ejecutiva del informe de Oxfam sobre desigualdad

Las y los trabajadores de la cadena de procesamiento de mariscos en el sudeste asiático han suministrado alimentos a supermercados como Whole Foods, propiedad de Amazon, entre otros.5 Entre estas personas se encuentra Susi, que solía trabajar en una fábrica de procesamiento de camarones y se expresaba así: “Mientras trabajábamos, no había tiempo para descansar, y tampoco me estaba permitido beber”.

La riqueza conjunta de los cinco milmillonarios más ricos del mundo se ha duplicado con creces desde el inicio de la década actual, mientras que la riqueza acumulada del 60 % de la humanidad se ha reducido. Oxfam lleva años alertando sobre la creciente y extrema desigualdad.

En el año 2024, existe un peligro muy real de que estos extremos tan alarmantes se estén convirtiendo en la nueva normalidad. Como muestra este informe, el poder empresarial y monopolístico es una máquina implacable de generación de desigualdades.  La década de 2020 ofrece oportunidades para que los líderes mundiales adopten un cambio de rumbo audaz y más justo; pero que realmente lo hagan, está aún por ver. Una era de creciente desigualdad ha coincidido con una alarmante falta de imaginación en el ámbito económico. Estamos viviendo lo que parece ser el inicio de una década de creciente desigualdad: en solo tres años, hemos experimentado una pandemia mundial, nuevas guerras, una crisis del costo de la vida y el colapso climático. Cada una de estas crisis ha ensanchado la brecha, no tanto entre los ricos y las personas que viven en la pobreza, sino entre una minoría de oligarcas y la inmensa mayoría de la población mundial.

El presente informe expone la elección crucial a la que nos enfrentamos: debemos elegir entre una nueva era de supremacía de una élite milmillonaria, controlada por monopolistas y financieros, o un poder público transformador basado en la igualdad y la dignidad.

Cuadro: La desigualdad en cifras

  • Desde el año 2020, y durante los primeros años de esta década, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado con creces. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido.
  • Si cada uno de los cinco hombres más ricos gastase un millón de dólares diarios, les llevaría 476 años agotar su riqueza conjunta.
  • Siete de las 10 empresas más grandes del mundo tienen un director general milmillonario, o a un milmillonario como su principal accionista.
  • A nivel mundial, los hombres poseen 105 billones de dólares más de riqueza que las mujeres: esta diferencia de riqueza equivale a más de cuatro veces el tamaño de la economía estadounidense.
  • El 1 % más rico de la población mundial posee el 43 % de los activos financieros globales.
  • El 1 % más rico de la población mundial genera tantas emisiones de carbono como los dos tercios más pobres de la humanidad.
  • En Estados Unidos, la riqueza de una familia negra promedio representa solo el 15,8 % de la de una familia media blanca. En Brasil, en promedio, los ingresos de las personas blancas superan en más de un 70 % a los de las personas afrodescendientes.
  • Únicamente el 0,4 % de las 1600 empresas más grandes e influyentes del mundo se comprometen públicamente a pagar a sus trabajadores y trabajadoras un salario digno y a abogar por el pago de salarios dignos en sus cadenas de valor. Una trabajadora del sector sociosanitario necesitaría 1200 años para ganar lo que un director general de una de las empresas de la lista Fortune 100 acumula en promedio en tan solo un año.

Un mundo cruel para la inmensa mayoría de las personas Para la mayoría de las personas en todo el mundo, el inicio de esta década ha sido tremendamente difícil. En el momento de escribir este informe, 4.800 millones de personas son más pobres hoy que en 2019. Para las personas más pobres (generalmente mujeres, personas racializadas y grupos excluidos de la sociedad), la vida cotidiana se ha vuelto aún más difícil. La desigualdad mundial, es decir, la brecha entre el Norte y el Sur global ha crecido por primera vez en 25 años.

El fundador y director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos. EFE/Clemens Bilan/Archivo

Los precios están superando a los salarios en todo el mundo: cientos de millones de personas ven cómo cada mes sus salarios dan para menos y sus perspectivas de un futuro mejor se disipan. El colapso climático, impulsado por los súper ricos, está aumentando drásticamente la desigualdad global. Las protestas y huelgas de las y los trabajadores han acaparado titulares y portadas en numerosas ocasiones.

A los Gobiernos les resulta imposible mantener sus finanzas a flote ante el aumento de la deuda y la escalada de los precios de las importaciones de combustible, alimentos y medicinas. Los países de renta baja y de renta media-baja desembolsarán cerca de 500 millones de dólares diarios de aquí a 2029 en concepto de intereses y pagos de deuda, y tendrán que hacer drásticos recortes en el gasto para poder pagar a sus acreedores. Con frecuencia, estos recortes tienen un impacto especialmente perjudicial para las mujeres.

Un mundo maravilloso para una reducida minoría

Entretanto, el enorme aumento de la riqueza extrema observado desde 2020 se ha hecho patente. La riqueza de los milmillonarios se ha incrementado en 3,3 billones de dólares (es decir, en un 34 %) desde el inicio de esta década de crisis; una fortuna que crece a un ritmo tres veces mayor que la tasa de inflación.

Esta riqueza se concentra en el Norte global. Si bien solo el 21 % de la humanidad vive en países del Norte, estos albergan el 69 % de la riqueza privada y el 74 % de la riqueza milmillonaria del mundo. Los otros grandes ganadores en este período de crisis son las grandes empresas multinacionales. Para estas, al igual que para los súper ricos, las dos últimas décadas han sido extraordinariamente lucrativas, y los últimos años han sido aún mejores: los beneficios de las mayores empresas experimentaron un aumento del 89 % entre 2021 y 2022. Datos recientes muestran que el año 2023 está a punto de batir todos los récords como el más rentable hasta la fecha. El 82 % de estos beneficios acaban en manos de accionistas, 29 quienes se encuentran en su inmensa mayoría entre las personas más ricas.