Israel y el grupo Hamás se han puesto de acuerdo, a través del gobierno de Catar, para detener la masacre del ejército israelí sobre el territorio de Gaza, a cambio de un intercambio de prisioneros palestinos por personas secuestradas el pasado 7 de octubre, cuando Hamás incursionó y asesinó a cientos de personas en territorio de Israel.
Los intercambios de rehenes y prisioneros han sido negociados sobre la base de un alto al fuego sobre Gaza, que lleva una mortífera contabilidad sobre los 13 mil muertos, entre ellos miles de menores de edad y personas de la tercera edad, que no tienen nada que ver con las acciones criminales y violentas de Hamás.
Entre los 11 rehenes que a ser liberados en las próximas horas por Hamás, en el cuarto intercambio de presos y rehenes, hay ciudadanos de Francia, Alemania y Argentina. En la liberación anterior de rehenes fueron puestos en libertad jóvenes y niños norteamericanos, israelíes, rusos.
"En el cuarto día del acuerdo de tregua humanitaria, 33 civiles palestinos serán liberados este lunes a cambio de la liberación de 11 detenidos israelíes en Gaza", según el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Catar, Majed Al Ansari. "Los liberados de las cárceles israelíes incluyen 30 menores y 3 mujeres, mientras que los israelíes liberados de Gaza incluyen 3 ciudadanos franceses, 2 ciudadanos alemanes y 6 ciudadanos argentinos”.
Como puede notarse, este conflicto incluye a muchas nacionalidades, y satisface el acuerdo de cese de hostilidades, porque hasta el momento lo que ha hecho el ejército de Israel es destruir el pequeño espacio de 300 kilómetros cuadrados que ocupa la Franja de Gaza, en donde hay unos dos millones de personas que están siendo asesinados cruelmente, bajo el alegato de que se persigue a los miembros y dirigentes del grupo Hamás.
No hay una contabilidad confiable de la cantidad de muertos palestinos en Gaza, pero sobrepasa el número de 13 mil personas, entre la primera semana de octubre y la última semana de noviembre.
Israel controla todo el territorio de Gaza, ha desautorizado a la Autoridad Palestina, y ha dado por sentado que todos los habitantes de Gaza son miembros y simpatizan con Hamás, grupo al que apoyaban antes, lo tuvieron como aliado para debilitar a la Autoridad Nacional Palestina, y ahora persiguen hasta lograr su extinción. En los últimos 10 años Israel ha desarrollado guerras de extinción contra las acciones violentas de los diversos grupos palestinos en Gaza y Cisjordania, que procuran su liberación del control extranjero.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el papa Francisco, los líderes europeos, han saludado el intercambio de rehenes y prisioneros y aspiran a un ceso más extendido de hostilidades, Israel, sin embargo, ha pausado el exterminio por dos días y tiene la decisión de reiniciar su destrucción de Gaza. No hay estructura que no haya sido bombardeada, excavada, investigada. Ya se sabe, incluso, que una parte de los rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre, ni siquiera están en poder de Hamás, sino de otros grupos enemigos de Israel, que ahora no se encuentran en la ecuación favorecida por Catar.
Se trata de una tragedia que está físicamente lejos de la sociedad dominicana, pero que nos afecta y nos toca directamente, porque los que están siendo exterminados son niños, niñas, jóvenes, mujeres, ancianos, seres humanos, civiles, que no tienen participación en política ni en acciones militares, y los militares de Israel no han podido distinguir, cuando bombardean o asesinan, quién es miembro o relacionado de Hamás y quien rechaza a este grupo extremista.
Naciones Unidas ha calculado que el número de muertos por la invasión Rusa en Ucrania podría superar las 7 mil personas, en casi dos años. En cambio, en el conflicto de menos de dos meses entre Israel y Hamás supera los 13 mil muertos, 5,500 de ellos niños y 3,500 mujeres. Además de la destrucción de las viviendas, escuelas, hospitales y toda la infraestructura de servicios de la franja de Gaza.
Un horror por el que habrá que pedir cuentas en algún momento.