El joven Eury Antonio fue acusado de haber robado doscientos pesos (RD$200).

Por tal causa fue apresado, acusado y sometido a la justicia en San Francisco de Macorís, provincia Duarte.

Sin embargo, Eury Antonio quedó en prisión durante un año y dos meses, sin que su caso fuera juzgado.

El abogado que contrató su familia logró que fuera finalmente juzgado, y el joven fue hallado culpable y condenado a seis meses de prisión.

Como era obvio, el tribunal tomó en consideración todo el tiempo que el acusado pasó en prisión preventiva a la espera de juicio, y dispuso su libertad inmediata.

Este caso expone deja al desnudo los más graves problemas del sistema de justicia de República Dominicana:

El cúmulo de casos en los tribunales, la lentitud con la que son conocidos los expedientes y las dificultades que sufren quienes carecen de dinero e influencias cuando son acusados de algún ilícito o cuando requieren que se les haga justicia.

¿Quién repone ahora a este joven el tiempo perdido en prisión?