El Banco Popular Dominicano acaba de informar el resultado de sus operaciones en 2022, y los datos ofrecidos son un reflejo de la salud de la economía dominicana y de cómo una sólida entidad financiera, del sector privado, puede colocarse en condiciones de mostrar la salud de una nación.

Lo primero es la confianza que esa entidad y sus filiales han logrado en 59 años de existencia, y la forma en que las mismas han acompañado al país en su crecimiento.

El testimonio ofrecido por Christopher Paniagua, presidente ejecutivo del BPD, es muy elocuente. El sector donde más préstamos ha colocado el Popular es el turismo, al que ha dedicado aproximadamente un 12% de su cartera. En todas las áreas de la economía hay buenos negocios, pero hay que entender que el balance es un punto determinante en la salud de las entidades financieras. “La confianza es nuestro mayor activo. Es lo que han conseguido las autoridades del gobierno en un trabajo mancomunado con el sector privado, es lo que ha hecho la diferencia a favor del país”, según Paniagua. “Hoy la RD es un modelo a seguir” en su seguridad jurídica, en inversiones, en confianza sobre la rentabilidad y seriedad del esfuerzo en el desarrollo.

El año pasado el BP financió más de 5 mil viviendas, otorgó más de 25 mil préstamos a medianas y pequeñas empresas, y desarrollo plataformas digitales que lo han convertido en el más tecnologizado de los bancos nacionales, con un 87% del total de sus operaciones realizadas por canales digitales.

Satisface saber que el porcentaje de morosidad promedio en América Latina es de 2.5%, pero en el caso del BP se ha reducido a 0.59%, en un esfuerzo que, combinado de otras iniciativas, lo convierten en un verdadero ejemplo como institución.

Lo que sorprende es la conciencia y profundidad del discurso social y de responsabilidad empresarial de sus principales ejecutivos. Con montos extraordinarios destinados al cumplimiento de la responsabilidad corporativa con la sociedad en áreas sensibles.

El país ha tenido excelentes banqueros en el pasado, que han mantenido una historia de dignidad y de responsabilidad. Otros han sido improvisados y no han actuado con la responsabilidad que se esperaba de ellos, y fueron a la cárcel o resultaron procesados por acciones delictivas. Sin embargo, lo que escuchamos ahora de los jóvenes que han asumido la responsabilidad de dirigir corporaciones como el Banco Popular, resulta altamente satisfactorio.

Su principal negocio no es ganar dinero en sus operaciones, aunque sí lo logran: Es echar adelante a las personas, servir como asesores a los clientes, poner más para adelante a la sociedad, y por eso sienten orgullo de formar parte de la entidad que dirigen.

Paniagua dijo que confía y ve con mucho optimismo nuestro país en los próximos 10 años, “porque ahora es que estamos comenzando a despegar, y tenemos estabilidad política, estabilidad social y económica. Hemos transformado la organización en los últimos años, hemos logrado estabilidad cambiaria y sabemos que habrá crecimiento de nuestra economía en el 2023”.

Hay que congratular al Banco Popular por sus resultados: Activos por 402 mil millones de pesos, depósitos por 12,600 millones de pesos, patrimonio técnico por 80,588 millones de pesos, índice de solvencia por 15.76%, sobrante de capital por 29,469 millones, eficiencia en sus operaciones de 54.29%, utilidades netas por 18,178 millones de pesos, pago de impuestos por 5,600 millones de pesos, indicador de retorno sobre el patrimonio 21.30% y retorno sobre los activos 2.93%.

“Tenemos 59 años de vida institucional, en los que nos hemos destacado como un agente catalizador del desarrollo de la nación, apoyando a familias y empresas en un entorno sostenible. Ese es nuestro propósito corporativo. Es parte de nuestro ADN”. Palabras de Christopher Paniagua en un encuentro con ejecutivo de medios de comunicación este jueves.

Una gran institución con excelentes resultados del ejercicio del año 2022, estrechamente vinculada con el devenir del conjunto de la sociedad dominicana.