Estamos ante el último fin de semana de la XXV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2023. Ha sido una feria del libro diferente, con variantes significativas respecto de las anteriores ferias, y en esta ocasión su fecha ha sido este caluroso verano del año más caluroso que ha tenido la humanidad en siglos.
Pese a ello, la feria ha contado con una organización que ha llenado las expectativas del público, de los amantes de los libros, de los editores, expositores, de las universidades y centros culturales que han mostrado sus novedades en el recinto ferial.
La feria ha coincidido con la Bienal Nacional de Artes Visuales, que se realiza en la Galería de Arte Moderno. Los galpones que se han levantado para los expositores quedaron en manos de los organizadores. Los espacios son iguales para cada expositor. Y el público ha tenido la oportunidad de pasear por cada galón, todos climatizados, sin estropear las áreas verdes, sin tropezar a cada instante con vendedores establecidos o ambulantes, porque las áreas de comida quedaron reducidas a un espacio muy particular, al que se puede acudir cuando se necesita.
Las casas editoriales, universidades, fundaciones, han quedado sorprendidas por la calidad de la feria y por la extraordinaria venta de sus publicaciones. Ediciones de libros que se han agotado en la feria.
Los espacios para conferencias, coloquios, actividades de debates fueron designados con tiempo y las salas del Teatro Nacional han sido utilizadas con inusitada frecuencia. Todas bien climatizadas y con personal de apoyo. Igualmente los espacios para imaginación, tecnologías, cómics, son lugares de atractiva diversión e instrucción.
El Ministerio de Cultura y la dirección de la Feria Internacional del Libro organizaron correctamente las áreas de la Plaza de la Cultura, con asignación de parqueos, cafés, y cuantas actividades novedosas han acogido y están presentes en la feria. Aparte de que un personal de protocolo ha apoyado dando seguimiento y realizando visitas guiadas a personalidades que previamente recibieron invitaciones.
Jeannette Miller ha sido homenajeada con una dedicado digna de su calidad y creatividad narrativa y poética. Se pusieron en circulación varios libros suyos, incluyendo uno de recopilación de una parte de su obra ensayística. Un merecido reconocimiento a una escritora e intelectual que no ha sido ni es amante de los flashes y las cámaras.
La feria fue dedicada a Israel, un país con una historia traumática y dolorosa, que se ha mostrado a través de una exposición imponente y necesaria, en el Museo Nacional de Historia y Geografía, sobre el holocausto y los crímenes que se cometieron en los años cuarenta del siglo pasado, por parte de Alemania contra los judíos en cualquier lugar del mundo donde se encontraran. De paso esa exposición recoge también la presencia de los judíos que fueron acogidos por la dictadura de Trujillo, y que fueron un elemento de enriquecimiento de la cultura, la economía y la tolerancia del pueblo dominicano.
A las personas que no han tenido la oportunidad de visitar la XXV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2023, les recomendamos hacerlo este fin de semana. Pasearse por el recinto ferial y mirar las publicaciones, comprar los libros que les intereses, aparte de conocer la historia que allí se muestra, como parte de la identidad del pueblo dominicano.