La procuradora General de la República, Miriam Germán Brito, ha agradecido la solidaridad de quienes han expresado apoyo a su gestión y a su persona, luego de que recibiera amenazas contra su familia de parte de un narcotraficante anónimo.
Miriam Es una mujer con una altísima responsabilidad en la función que desempeña, pero que al mismo tiempo ha cargado con el peso de la persecución penal contra altos funcionarios del gobierno pasado, y contra delincuentes y criminales que han recibido una respuesta de parte de las autoridades a sus actuaciones delincuenciales.
El gobierno ha brindado apoyo y reforzado la seguridad de la procuradora. La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ha dicho que una amenaza a Miriam y a su familia lo es también para el gobierno.
Las asociaciones de fiscales y el Ministerio Público en pleno han expresado su solidaridad con Miriam Germán y su familia.
Lo importante en este momento es que el origen de la amenaza pueda ser identificada, y quien envió el mensaje sea encontrado y sometido a la acción de la justicia.
Miriam ha sido muy cuidadosa al momento de hablar del asunto. Es lo correcto. Dijo que las manifestaciones de apoyo las agradece, y debían ser un refuerzo para su gestión.
“Lo que a mí me afectó fue alguien que me mandó un mensaje por WhatsApp diciéndome que si le tocaban a su gente, no sé quiénes son su gente en las cárceles, eso se iba a resolver con sangre y que no era la mía… Yo le puedo mandar a matar a su hijo”. Esto dijo la señora procuradora General de la República.
El hijo de Miriam al que se refieren los criminales es un joven con capacidad diferenciada, y su sola mención es de por sí un acto cruel y una forma de dañar la tranquilidad y sosiego de la madre.
Este asunto tiene que ser investigado, y el gobierno debía recurrir a organismos internacionales especializados, y a recurrir a países amigos para dar con el origen del mensaje. Es posible detectar la fuente de esa amenaza y proceder, y que sean las autoridades locales las que puedan procesar a ese mensajero y a sus allegados.
Nuestra solidaridad con la magistrada Miriam Germán Brito.