Miriam German Brito, Procuradora General de la República, tuvo este jueves un encuentro con ejecutivos de medios de comunicación y ofreció un panorama amplio de su labor al frente de ese importante departamento, respaldando los criterios aplicados por el equipo que la acompaña, especialmente del área de Persecución, que encabeza Yeni Berenice Reynoso, y la Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción Administrativa, que encabeza Wilson Camacho.
Miriam Germán fue espontánea, sincera, abierta, con muy escasas consideraciones para guardar información, y todas las preguntas fueron respondidas con sencillez, claridad, sin posturas políticas, y respaldando su dirección de un área que ha perseguido la corrupción y sometido a la justicia a los responsables de actos de corrupción.
Algo que quedó claro es que Miriam Germán respalda las decisiones de pactar con testigos no principales para alcanzar a los principales responsables de actos de corrupción. Miriam habló con lenguaje del pueblo cuando dijo que si su responsabilidad era perseguir a tiburones, debía estar dispuesta a pactar con ballenas para acorralar y apresar los tiburones.
Describió su historia personal como profesional del derecho, y las veces que ha sido atacada y sacada del escenario por “patadas voladoras”, por cuestiones sobre las que se ha supuesto que ella tiene posturas e ideas diferentes.
Dijo con mucha claridad que en su gestión no se ha negociado con la comida de los presos, ni se han cometido atropellos, y menos hay o ha ocurrido ninguna amenaza a los medios de comunicación ni a los periodistas. Su trayectoria ha sido siempre defender su punto de vista, mantenerse firme en lo que cree, sin importante a quienes tenga en frente. En el caso de este gobierno han sido sancionados los funcionarios procesados por diversos ilícitos, y también ha ocurrido con los que fueron funcionarios de pasadas administraciones. Se actúa con el mismo rasero.
Miriam Germán es una mujer de gran carácter, y dice que solo tiene una sola cara, aunque haya quien la considere fea, ella no puede cambiarla, porque es lo que aprendió desde niña y fue lo que su madre y su padre le enseñaron.
Y como hubo preguntas de toda índole, Miriam respondió la pregunta sobre el Código Penal y se declaró partidaria de las tres causales. Y a seguidas ofreció el testimonio de su propio hijo, Orlando, quien desde su nacimiento tiene ciertas limitaciones. Dice que si hubiese conocido esas limitaciones en su embarazo, esta segura de que su decisión era tener a su bebé, y que está convencida de que hizo lo correcto, porque ese hijo le ha dado y le ha permitido ofrecer tanto amor y tantas experiencias, que mantiene la convicción de que su existencia es parte de su vida y de su tranquilidad y compañía.
Está dispuesta a pensar cualquier oferta de empleo que le pueda ofrecer el presidente de la República, Luis Abinader, aunque siempre será condicionado por la tranquilidad y conveniencia de ese empleo para su hijo Orlando, que depende exclusivamente de ella.
Miriam fue muy firme en su postura de que la Procuraduría General de la República ha actuado correctamente en la persecución de los casos de corrupción, y que el comunicado del pasado domingo no contiene ninguna amenaza o coacción contra el trabajo de los medios de comunicación. “He leído y releído varias veces la declaración y no encuentro el elemento amenazante del que han hablado, no lo encuentro en ninguna parte], dijo improvisando su respuesta a los cuestionamientos sobre este asunto.
Acento solicitó y tuvo acceso al documento utilizado por la magistrada Miriam Germán Brito, como soporte para su improvisada presentación. Y aquí lo presentamos.
En las últimas semanas, la Procuraduría General de la República, bajo mi liderazgo, ha sido objeto de críticas por nuestra estrategia en los casos de corrupción.
Entiendo y respeto la función esencial de los medios de comunicación para fiscalizar el poder y procurar la transparencia de las instituciones públicas.
Quiero aclarar que nuestras acciones están firmemente ancladas en el ordenamiento jurídico, y que estamos convencidos de que los acuerdos de colaboración que hemos suscrito en los casos de corrupción nos permiten fortalecer nuestras imputaciones contra los principales responsables de estos crímenes y recuperar bienes y recursos desviados del erario público.
Mi única inquietud, como ciudadana y servidora pública, es que a veces las palabras se usan sin el debido rigor, olvidando que pueden herir y dañar. Preocupa que en ocasiones se difundan informaciones inexactas o distorsionadas, que pueden dañar la reputación de las personas y las instituciones.
Quizá hemos cometido errores en nuestra relación con los medios de comunicación, pero pueden tener la tranquilidad de que la racionalidad y el sentido común prevalecerán.
Nunca permitiría actuar en contra de la libertad de expresión, pues conozco en carne propia la importancia que ésta reviste para la salud de nuestra democracia.
Confió en que los periodistas han de ejercer su noble profesión con el cuidado y la ética que exigen los cánones deontológicos que la rigen. El gran poder que conlleva el ejercicio de la prensa libre conlleva también una gran responsabilidad social.
Mi carrera en el sistema de justicia ha estado marcada por la honestidad y la transparencia. He asumido la Procuraduría General con los mismos valores que han presidido mi accionar por más de 40 años en este sector, y mi única aspiración es dejar una institución fortalecida conforme a las exigencias del Estado social y democrático de derecho.
Quiero agradecerles la oportunidad de expresar mi compromiso con la libertad de prensa y mi profundo respeto por el papel que desempeñan los medios de comunicación y los comunicadores en nuestra sociedad. Espero que podamos continuar transitando juntos el camino de la transparencia, la rendición de cuentas y la justicia en nuestro país.