El salario del sector privado lleva más de 20 años estancado en la República Dominicana, y durante ese período el precio de la canasta básica ha aumentado, sin detenerse, cada año y ha colocado a una gran parte de los asalariados en condiciones de precariedad extrema.

Los únicos cambios ocurridos en el país se registran en el salario básico por sectores y en el sector oficial, en donde se registran constantes cambios por iniciativa gubernamental, amén de las políticas sociales de compensación que se ponen en marcha, tomando en cuenta la marginalidad, el desempleo, el crecimiento de la pobreza y la inefectividad de muchas de las iniciativas oficiales.

Aunque las centrales sindicales realizan sus demandas vía el Comité Nacional de Salarios, en ese órgano tripartido, la posibilidad se limita en los niveles más precarios del salario mínimo sectorizado.

Se sabe del empeño del gobierno del presidente Luis Abinader por aumentar los salarios de los servidores públicos, en particular policías, militares, maestros, médicos, empleados en general. Pero no es suficiente.

La traba mayor al aumento general de salarios la presenta el sector privado. Todo movimiento en este ámbito se reduce al salario mínimo.

El Ministerio de Trabajo ha dicho que estamos, en salario mínimo, en una posición bastante holgada: Destaca que el promedio ponderado actual de los salarios mínimos en el país es de 17,873 pesos dominicanos, equivalente a 318 dólares estadounidenses, por lo que la República Dominicana ocuparía el puesto número 7, justo entre Honduras y México.

El costo promedio de la canasta familiar básica, a diciembre del 2022, en la República Dominicana era de RD$43,210.73. Calculemos la diferencia entre salario mínimo promedio y costo de la canasta básica familiar. Apenas cubre el 50%. Urge un aumento general de salarios.

La inflación ocurrida en el 2022 afectó seriamente las condiciones de vida de las personas. Aunque algunos servicios son gratis, como la educación y la salud pública, siempre hay costos ocultos que las familias tienen que solventar. En salud, que se presume un servicio gratuito, el gasto de bolsillo de la familia consume alrededor del 30% de los ingresos.

El gobierno del presidente Abinader debe mover cielo y tierra y estudiar las condiciones para que ocurra un movimiento de salarios que sea consistente, y que soporte varios años, porque luego de que ocurre un movimiento en los salarios es difícil volver a mover la conciencia social del sector empresarial privado.

Sí, es cierto que las Pymes y Mipymes son un factor de presión para contener los aumentos, porque no los soportarían. El gobierno debe buscar alternativas a esa limitación.

Según el Ministerio de Trabajo las empresas medianas tienen un salario mínimo de 19,250 pesos, concentrando el 15 % de los empleos formales, en tanto que, las empresas pequeñas concentran el 21 % de los empleos formales, con un salario mínimo de 12,900 pesos, pero las empresas privadas grandes representan un 52 % de los empleos formales del sector privado, ya que las mismas tienen un salario mínimo de 21,000 pesos dominicanos.

El sector sindical debe ampliar su punto de mira sobre la cuestión salarial. Si queremos seguir creciendo, y si queremos mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, hace falta que mejores el salario general en el país, y no exclusivamente el salario mínimo sectorizado.