En la parte final de la Feria Internacional de Turismo de España (Fitur 2022) el gobierno dominicano presentó el proyecto de desarrollo turístico de Cabo Rojo, en Pedernales.

Se trató de una propuesta de la entidad que coordina las alianzas Público Privadas de la República Dominicana, y se convirtió en el inicio de un proyecto que ha venido atesorando el país desde hace muchos años, muy especialmente luego de la gravísima rapiña que hubo con las tierras de Pedernales, en particular el pillaje que hubo con Bahía de las Aguilas, la más apetecida de las playas dominicanas.

El proyecto que se ha presentado ha sido resultado de un estudio coordinado por un arquitecto apellido Forero, colombiano, y en el que han participado técnicos, especialistas y ambientalistas dominicanos. Se ha publicado un maravilloso libro que contiene las posibilidades de desarrollo urbanístico, turístico y ambiental de Cabo Rojo, como parte de una alianza público y privada, que desde el inicio tiene ya carta de intenciones de inversión de seis empresas, según las informaciones ofertadas por las autoridades dominicanas.

Muchos más inversionistas estarían interesados en poner recursos y ser parte del desarrollo turístico de Cabo Rojo, Pedernales. Faltan, sin embargo, informaciones. Expertos en materia turística del país no tienen los datos que se ofrecieron en Madrid, al finalizar FITUR, sobre los planes del gobierno y los estudios ya realizados del potencial de Cabo Rojo.

La idea que se tenía era que Cabo Rojo no interesaba a nadie. Que Cabo Rojo era una excusa para llegar a Bahía de las Aguilas, que es realmente el punto de interés de todo el que quiere invertir en Pedernales. 

A continuación algunos de los datos que fueron presentados en Madrid y que han tenido poquísima repercusión en la República Dominicana:

El aporte de capital del Estado en el proyecto de Cabo Rojo es a través de los terrenos, que tienen un valor de 719 millones de dólares, y que representarían un 32 por ciento del costo del proyecto. Otro aporte que haría el Estado estaría en efectivo e infraestructura por 169.9 millones de dólares, para un 7.6 por ciento del proyecto. Los inversionistas privados estarían obligados a invertir la suma de 446 millones de dólares, lo que representaría un 20 por ciento del costo del proyecto. En tanto que el financiamiento previsto, con la banca local, sería de 200 millones de dólares, para un 9 por ciento del proyecto, mientras que el financiamiento internacional sería de 575 millones de dólares, lo que representaría un 25 por ciento del costo del proyecto. El costo total del proyecto Cabo Rojo, según los datos disponibles, sería de 2,245 millones de dólares. La tasa de retorno para los inversionistas sería de un 18 por ciento, estimado.

Los otros datos del proyecto son los siguientes: 

Fecha de inicio del desarrollo: Julio de 2022

Fecha de apertura de fase I: Julio de 2022

Terrenos aportados por el Estado: 36.6 millones de metros cuadrados

Habitaciones hoteleras fase I: 4,700 

Hoteles en la fase I: 8 hoteles

Facturación anual estabilizada (año 10): 550 millones de dólares

Utilidad bruta anual estabilizada (año 10): 185 millones de dólares

Fuentes de las utilidades brutas:

Hoteles: 82 por ciento

Aeropuerto: 15 por ciento

Otros: 3 por ciento

Evolución de la ocupación hotelera en los Primeros 5 años: 57.5% a 75.4%

Evolución de la tarifa hotelera x persona en los primeros cinco años: 128 a 153 dólares.

La estructura de la inversión sería una combinación entre el Estado Dominicano y el sector privado. Se crearía el fideicomiso Pro Pedernales. Y para el proyecto Cabo Rojo se crearía el Fideicomiso Cabo Rojo, en el que también participarían las entidades financieras que aporten financiamiento. Ese fideicomiso sería el propietario del aeropuerto, de la infraestructura vial y de servicios (aportada por el Estado), y tendría como parte a la Compañía de Desarrollo de Cabo Rojo, que manejaría el destino, las ventas y el desarrollo de los terrenos.

Acento inicia este miércoles la publicación de una serie de reportajes sobre el proyecto Cabo Rojo, con el objetivo de describir las cualidades y características del nuevo polo turístico. Es una gran oportunidad, y una forma nueva de gestionar con transparencia las propiedades públicas y de incorporar a su manejo al sector privado, a través de un instrumento como el fideicomiso.

Apostamos por el conocimiento de la sociedad dominicana de este nuevo mecanismo, que se concibe y se articula a través de una ley de fideicomiso aprobada en 2011 y que ha sido un instrumento poco utilizado, hasta el momento, por el Estado Dominicano.