El huracán Beryl no impactó de manera directa en la República Dominicana, por fortuna.
Ahora habrá que evaluar los daños dejados por las lluvias en los lugares más afectados, como el suroeste.
El hecho de que el huracán Beryl no tocara directamente el territorio dominicano, como tampoco lo hizo con Puerto Rico y otros países vecinos, debe ser motivo de alegría.
No obstante, debemos tener presente que la temporada de huracanes apenas empieza, y que los especialistas han advertido que será de gran actividad. Es decir, que podrían acercarse a la región otros huracanes, tormentas tropicales, depresiones y vaguadas.
Corresponde a las autoridades mantener el seguimiento permanente y orientar a la ciudadanía cuanto sea necesario para que estemos prevenidos ante estos fenómenos.
Y es deber de la ciudadanía atender al pie de la letra las recomendaciones del Centro de Operaciones de Emergencia, de la Defensa Civil, de la Oficina Nacional de Meteorología y de las demás autoridades.
Que nadie baje la guardia.