Los procesos electorales son cada vez más eficaces y menos traumáticos en los países de América Latina.

Chile realizó sus elecciones presidenciales y las ganó una coalición de izquierda, llamada Convergencia Social, encabezada por Gabriel Boric, un joven nacido en 1986, quien gobierna Chile desde el 11 de marzo de 2022. Chile es el país donde se produjo un cruento golpe de Estado en septiembre de 1973, que incluyó la muerte del presidente Salvador Allende, de vocación socialista, pero que creía en los procesos electorales y que fue senador de ese país, sometiendo su candidatura en por lo menos cinco procesos electorales.

Pedro Castillo ganó las elecciones presidenciales encabezando la coalición Perú Libre, e inició su gobierno el 28 de julio del 2021. Es un maestro y dirigente sindical, vinculado con el Partido Comunista, y pese a todos los sinsabores que ha sufrido al frente del gobierno, se mantiene con alguna estabilidad, y su legitimidad sigue presente, pese a que el congreso ha puesto en juego su posición con procesos de impugnación.

Nacido en 1969, el presidente ha tenido que formar gobierno varias veces, ha sobrevivido a los procesos de impugnación y recientemente el congreso le negó la autorización para salir del Perú a la toma de posesión del presidente Gustavo Petro en Colombia.

El argumento utilizado por la oposición es que podría existir el peligro de fuga, porque en contra del presidente hay varios procesos de investigación en marcha.

El diario El Comercio, uno de los más importantes de Perú, publicó un amplio trabajo sobre este tema, y dio a conocer que: “Es el primer mandatario en funciones en tener 5 investigaciones fiscales durante su gestión —3 de ellas por encabezar una presunta red criminal— y ha realizado la mayor cantidad de cambios ministeriales y de gabinetes en su primer año de administración a comparación de gobiernos de los últimos 20 años”.

En Honduras Xiomara Castro juró como nueva presidenta el 27 de enero de 2022, luego de haber sido la primera dama país, cuando su esposo Manuel Zelaya (2006-2009) gobernó. Fue destituido por un golpe militar bajo el argumento de que quería imponer la reelección presidencial.

Colombia acaba de juramentar al presidente Gustavo Petro, economista y ex guerrillero, quien luego de salir del M-19 fundó el partido político Colombia Humana y se convirtió en alcalde de Bogotá y luego líder de la coalición política Pacto Histórico, hasta llegar a derrotar a los conservadores y convertirse en presidente desde este 7 de agosto de 2022.

Los países que han sufrido mayor descalabro por sus procesos electorales fraudulentos son Venezuela y Nicaragua, en donde sus presidentes se han impuesto a los procesos legales, han repetido con procedimientos fuera de cualquier norma y hasta impuesto a los árbitros decisiones controversiales, como resultó en el caso de la Corte Suprema de Nicaragua, que declaró irregular que se impida al presidente el derecho humano de elegir y ser elegido, lo que también facilitó que la esposa de Daniel Ortega se convirtiera en vicepresidenta del país. Haití es otro caso en que no hay posibilidad de celebrar elecciones libres, sin violencia, y con la certeza de que la población está empadronada. Esta es otra historia.

Pese a los tropezones, las democracias latinoamericanas van mejorando la puntería, ampliando las garantías electorales y permitiendo que políticos que nunca tuvieron oportunidades de triunfar en el pasado, ahora puedan llegar al poder con transparencia.