¿Hasta cuándo seguidores padeciendo las tragedias humanas en las avenidas y carreteras dominicanas, y sin tomar medidas de parte de nuestras autoridades responsables de proteger la seguridad ciudadana?

Es tradicional que en las carreteras dominicanas se produzcan accidentes de tránsito, en particular con vehículos de transporte colectivo, y se pierdan numerosas vidas de ciudadanos que se transportan a sus trabajos, a citas médicas o a cualquier otra actividad.

Acaba de ocurrir en la comunidad de Quita Sueño, Haina, en donde un vehículo de transporte colectivo, estacionado, fue impactado por una patada conducida temerariamente, a gran velocidad, y dejó un saldo de por lo menos 11 personas fallecidas y otras 17 con heridas de diferentes grados.

Algunos accidentes tienen trascendencia internacional, como los que ocurren en el Este, en una zona turística altamente demandada, y se transportan en autobuses, que cuando colisionan con otros mueren pasajeros que son turistas o quedan lesionados de forma muy grave. Europeos, norteamericanos, sudamericanos son algunos de los turistas que han fallecidos en accidentes de autobuses en las carreteras del Este.

Conductores irresponsables, sin cuidado y sin supervisión, que desatienden su responsabilidad y ponen en riesgo las vidas de personas. Conductores seducidos por teléfonos y aplicaciones en celulares, que mientras conducen realizan tareas que los son demandadas por sus dispositivos. Conductores que carecen de los conocimientos para la conducción defensiva. Conductores que utilizan estupefacientes o son víctimas del alcoholismo. Son algunos de los factores que llevan a estos desastres.

Carreras mal diseñadas, señalización inadecuada, semáforos con desperfectos, son otros de los problemas que inducen a tragedias. Ausencia de autoridades policiales que supervisen el transporte, el exceso de velocidad, las condiciones del vehículo que transporta personas, o los neumáticos en condiciones precarias, son otros factores.

La precariedad institucional del Instituto Nacional de Transito y Transporte Terrestre (INTRANT), autoridad responsable de velar por la vialidad en condiciones y el transporte seguro. Atravesado por la ineficiencia, la opacidad y la falta de supervisión, esta entidad fue creada en la pasada administración para reunir a todas las instituciones estatales con tareas para regular el tránsito y el transporte terrestre.

No ha cumplido, y no lo ha hecho pese a la presencia en el país de técnicos con experiencia y gran cantidad de datos sobre cómo resolver los temas de seguridad y transporte fluido y seguro.

Algo hay que hacer algo, más allá de la designación de una persona de forma provisional al frente del Intrant. Hay que buscar técnicos en transporte terrestre, que sean honestos, con calidad y capacidad para asumir una posición tan delicada como la de organizar y tomar decisiones para facilitar el transporte seguro.

Ocupamos el primer lugar entre los países con mayor letalidad por accidentes de tránsito. Es una de las estadísticas que la presente administración debe trabajar y reducir. Y hay que comenzar a hacerlo ya. Estas tragedias hablan mal del gobierno y del país.