Cuando cumplió su primer año de gobierno, en agosto de 2021, el presidente Luis Abinader presentó un paquete de 12 grandes reformas que iba a emprender el gobierno para consolidar el proceso democrático y mejorar la calidad de vida de la población dominicana.
Fue en un acto en la explanada del Palacio Nacional, en horas de la noche, en donde el presidente dijo “la democracia, la lucha contra la corrupción y la separación de poderes, no pueden depender de la buena voluntad de un presidente” y que ese mismo año presentaría una propuesta de reforma a la Constitución con el objetivo de consolidar la independencia del Ministerio Público.
Fue el presidente Luis Abinader quien lanzó la propuesta de la transparencia y contra la impunidad en la administración pública. Nadie es tonto para pensar que una propuesta como esa no tendría obstáculos. Y muchos. La resistencia ha sido brutal. Principalmente los partidos de la Liberación Dominicana y Fuerza del Pueblo han hecho resistencia a esa reforma. Alegan que ya la Constitución estableció la supuesta independencia del Ministerio Público del Poder Ejecutivo. Tanta ha sido la resistencia que en una ocasión se retiraron los representantes del PLD, FP y sus aliados de la mesa del diálogo en el Consejo Económico y Social.
El presidente Abinader ha mantenido su propuesta. La entregó para que se consensuara en el Consejo Económico y Social. Se crearon las mesas de debates y ha habido avances, pero la relacionada con el tema de la transparencia, impunidad y corrupción, vinculada con la independencia del Ministerio Público, el miedo ha crecido. Algunos dicen que el sector empresarial se opone, otros dicen que el riesgo es muy grande para todos los políticos. Otros alegan que hasta cuándo seguirán Miriam Germán y Yeni Berenice Reynoso al frente del Ministerio Público.
La oposición sigue y seguirá siendo fuerte contra esa reforma propuesta por el presidente Luis Abinader. Consolidar esa reforma abriría ampliamente los caminos de la democracia y la transparencia y cambiaría, de aprobarse, la forma de hacer política en este país. La corrupción campea, tiene tentáculos en los partidos, en las instituciones públicas, en las entidades empresariales. Las colindancias y conexiones siguen siendo poderosas. La única forma -tal vez- de cambiar ese estilo de gobernanza y desbarre institucional es haciendo el cambio que propone el presidente de la República.
Y no hay que olvidar las otras reformas que propuso el presidente, en las que ha habido algunos avances, pero no tanto como lo deseable. El gobierno acaba de cumplir dos años, y todavía no hay aprobada ninguna de las reformas propuestas.
Hay que sacar las manos del poder político sobre el poder judicial, hay que lograr más transparencia en el gobierno, hay que mejorar la calidad y transparencia de la Cámara de Cuentas, modificar la ley de la Contraloría General de la República, la de Compras y Contrataciones Públicas, así como reformar la manera de seleccionar las altas cortes, y reformar el Congreso Nacional.
El objetivo lanzado en 2021 por el presidente Abinader fue -ojalá siga siendo- fortalecer el sistema de consecuencias en la República Dominicana. “El camino hacia un sistema de consecuencias ante el delito, igual para todos, es ya irreversible”. Eso dijo con mucho optimismo el presidente Abinader.
Sin embargo, está claro que los partidos PLD y Fuerza del Pueblo tienen consolidada una posición contraria a la del presidente y a la del Ministerio Público independiente, que lo mantenga fuera de las manos del sistema de partidos políticos y del gobierno.
Todas las reformas de Luis Abinader están desafiadas por la oposición. Siguen pendientes las reformas de la seguridad social, la del mercado de hidrocarburos, la del transporte, y las reformas del agua, la electricidad, la educación, código laboral, competitividad, y hasta el Código Penal sigue retrasado. Sin esas reformas es poco lo que el gobierno puede hacer de aquí al 2024.
No debe descartarse la renuncia al consenso. Si las reformas no son posibles de pactarse para todo el sistema de partidos, habría que reclamar que las reformas las haga el PRM y el gobierno. Total, fueron elegidos para poner en marcha los cambios que prometieron desde la oposición. Y está llegando el tiempo de que ya comiencen a entregar cambios institucionales duraderos. El PLD y Leonel fueron sacados del gobierno por resistirse a las reformas que el país estaba demandando, y el PRM fue elegido para que disponga y haga caminar las reformas. Con consenso o sin consenso.