La Junta Central Electoral adoptó una decisión sana, aunque controversial, al rechazar el reconocimiento de 46 nuevas organizaciones políticas que pidieron ser avaladas para participar en las elecciones del 2024.
Decimos que la decisión podría resultar controversial porque la organización de los ciudadanos en una democracia es libre. Las personas pueden asociarse y generar nuevos partidos políticos, siempre que se adapten a los requisitos que establecen las leyes electoral y del sistema de partidos políticos.
Las 46 entidades en formación no fueron admitidas, de acuerdo con la resolución de la JCE, por no cumplir con los requisitos que establece la Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos.
Entre las entidades rechazadas por no cumplir los requisitos se encuentran la Federación de Padres de Niños en Escuelas Públicas y Colegios Privados, la Coalición Nacional e Internacional de Movimientos de Apoyo, Partido Dominicanos Unidos, Podemos, Partido Único Libre y Servicial, Partido Unión de Oro, Fuerza Nacional del Amor, Movimiento El Arco del Triunfo, entre otros.
El plazo para solicitar reconocimientos venció el 18 de febrero pasado y un total de 104 entidades en formación solicitaron. Queda aún que la JCE ese pronuncie sobre las restantes 58 organizaciones.
El sistema político dominicano tradicionalmente se ha mantenido con dos o tres organizaciones políticas fuertes y una cola de 20 o 25 organizaciones pequeñas, municipales, independientes, en construcción, que terminan casi siempre formalizando alianzas con los grupos mayoritarios.
Resulta inquietante que haya tantas organizaciones en formación. ¿O será que hay la idea de que la política se puede utilizar para alcanzar cuotas de poder con las siglas y las pequeñas agrupaciones políticas?
La JCE deberá valorar las entidades municipales que se crean para proponer candidaturas locales, en determinados municipios y distritos municipales. Tiene también la responsabilidad de evitar que las elecciones se conviertan en un mercado, obligando a los que crean partidos a cumplir con los requisitos para ser parte de un sistema que se ha construido con mucho esfuerzo, y que tiene financiamiento público.
De acuerdo con la ley, la JCE tiene todavía la fecha 18 de octubre para decidir nuevos reconocimientos de organizaciones políticos. Un sistema político tan fragmentado podría conducir a riesgos innecesarios en un sistema electoral que todavía necesita ser fortalecido, y no lo será a través de rémoras y bisagras que se crean para negociar.