Guillermo Guzmán Marcado ha sido identificado como parte de la banda de traficantes que trasladaba dominicanos desesperados por salir del país a través de Centroamérica y México, para entrar ilegalmente a los Estados Unidos de América. Se le llama técnicamente tráfico humano o tráfico de personas, y es uno de los delitos más aberrantes, porque se aprovecha de las miserias humanas, de la desesperación, del miedo, para exprimir tanto como sea posible a personas en su condición de desprotección y así hacer riqueza mal habida.

El tráfico de dominicanos no es un asunto reciente. Tanto hacia Puerto Rico, que es la ruta más común y conocida, porque es la más urgente, como a través de Centroamérica y México. También van los haitianos, y los cubanos. En este momento es motivo de preocupación el aumento del tráfico de ciudadanos cubanos, vía la República Dominicana, hacia los Estados Unidos, utilizando Haití. Y eso es verdaderamente preocupante, por lo menos en esta administración, que ha sido muy clara sobre los temas de transparencia y actuación de los funcionarios con sujeción a la ley.

En el tráfico hacia Estados Unidos por vía de México, además de Guzmán Marcano, hay otros imputados por el Ministerio Público de la República Dominicana: son Leonel Antonio Méndez Arias (El Duro), Román Alberto Casalinovo Trinidad (Guardia), Santo Francisco Vizcaíno Guerrero y Jesús Antonio Martínez Díaz.

El precedente inmediato es el trágico accidente ocurrido en Chiapas (Departamento de Tuxla Gutierrez, México), el mes pasado, en que murieron 56 personas de las 160 traficadas que iban en el camión que -como sardinas- les transportaba.

Un oficial de Migración dominicano era parte de la red de traficantes. Román Alberto Casalinovo Trinidad, alias El Guardia, fue identificado y acusado por el Ministerio Público de promover e inducir el tráfico de migrantes desde República Dominicana a los Estados Unidos, aprovechándose de su cargo como inspector de la Dirección General de Migración.

el expediente acusatorio indica que Casalinovo Trinidad realizaba las coordinaciones necesarias en las distintas terminales aéreas para permitir la salida de las personas traficadas, especialmente desde los aeropuertos Internacional de Las Américas (AILA), Internacional de Punta Cana y el Internacional de La Romana.

A los imputados locales, que tienen sus conexiones en Centroamérica y en México, y probablemente en los Estados Unidos, habría que indagarlos más exhaustivamente y determinar las conexiones locales, más arriba de Casalinovo, si las hubo, para que pudieran ser imputadas también y cortadas de raíz estas viejas maniobras criminales, amparadas en la protección que ofrece un puesto de designación oficial.

La tragedia que se ha llevado la vida de por lo menos 11 dominicanos, también ha conllevado una coordinación denominada Acción Conjunta de varios países, para perseguir y sancionar el tráfico humano que se ha puesto a la luz a raíz del accidente de Chiapas, pero que resulta un tráfico casi regular de ciudadanos empobrecidos que no tienen formas de obtener un visado regular para viajar a los Estados Unidos.