La inflación atenta contra la economía popular. En 2021 la República Dominicana registró un proceso inflacionario que terminó en 8.5%. Argentina, sin embargo, sufrió un proceso inflacionario de 50.9%. El gobierno dominicano explicó que todos los factores inflacionarios eran exógenos. Hubo reuniones en el Palacio Nacional para debatir el fenómeno. Se creó una comisión de seguimiento y se presentaron propuestas para aplicar políticas públicas que redujeran los efectos de la inflación empujada por factores externos.

La pandemia de COVID-19 completó dos años y se expande durante lo que va del 2022. El efecto más nocivo de la pandemia, aparte de los efectos sobre la salud y los fallecimientos de más de 5 millones de personas, está vinculado con la economía. Los precios del petróleo se han disparado. Los precios de las materias primas se han disparado. Los precios del maíz, el trigo, el sorgo, la urea, las carnes, los alimentos procesados se han disparado a noveles jamás pensado.

Y los precios del transporte de carga han sido elevados de forma exagerada, por encima del 500%. Los tiempos de espera para conseguir transporte igualmente son inconcebibles. El mercado en general se ha dislocado.

El gobierno dominicano ha invertido miles de millones de pesos asumiendo las alzas de los combustibles, y no transfiriéndolas al consumidor. El efecto dominó que tienen los combustibles desatarían una situación incontrolable, como ya la han tenido algunos países de la región. Estados Unidos acaba de reportar una inflación para el 2021 de 7%, su mayor nivel de inflación en 40 años. Brasil registró en ese mismo año una inflación del 10%, México de 7.3% y Chile de 7.2%. España tuvo en 2021 una inflación del 6.5%, Alemania del 6%. En el caso de la República Dominicana la inflación del 8% está en el orden de los países que han controlado con eficacia la inflación.

La pregunta que nadie puede responder es hasta cuándo el gobierno dominicano podrá seguir asumiendo los altos costos del petróleo, sin transferirlo a los consumidores. El Ministerio de Industria y Comercio informó que sólo en el 2021 el gobierno asumió 15 mil millones de pesos del aumento a los combustibles, para que no pasaran al mercado de consumidores. Es el mayor monto en toda la historia. Cuando Petrocaribe existía había un financiamiento de Venezuela, por vía de ese mecanismo, a los precios del petróleo que compraba la República Dominicana. Entre el 2005 y el 2017 el financiamiento de Petrocaribe al petróleo adquirido por la República Dominicana fue de 4,528 millones de dólares.

El presidente Luis Abinader dijo hace dos semanas que si su gobierno hubiese recibido Petrocaribe los precios de los combustibles hubiesen estado mucho más baratos. El costo semanal para el gobierno por los aumentos de los combustibles en el mercado internacional es de aproximadamente 500 millones de pesos. 

Nadie puede olvidar las condiciones en que el presidente Luis Abinader recibió el gobierno en agosto del 2020. Pedro Silverio, economista lo escribió recientemente con estas palabras:

Las estadísticas disponibles sirven como evidencia para afirmar, sin ningún rubor, que el presidente Abinader heredó, al momento de juramentarse, la peor situación económica que un nuevo presidente haya heredado en los últimos cincuenta años. Es suficiente destacar, con datos publicados por el Banco Mundial, que la caída de la economía, medida a través del producto interno bruto, fue de -6.7% en 2020, solo superada por la caída del producto (-12.5%) causada por la revolución de abril del 1965. Otras caídas del PIB fueron: -2.3% en 1961; -2.1% en 1985; -5.4% en 1990, y -1.3% en 2003.

Haber repuntado como lo ha hecho, enfrentando la pandemia y la crisis global, ha representado un hito en una gestión gubernamental, al tiempo de enfrentar con eficacia flagelos como la corrupción, la falta de transparencia y el equilibrio en las decisiones oficiales.

Miguel Ceara Hatton, ministro de Economía y Planificación lo ha dicho con claridad. El gobierno ha realizado una labor titánica para evitar que la inflación sea traspasada a la población, porque el gobierno aspira a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y ciudadanas dominicanas.

“Nadie creció como nosotros -dijo Ceara Hatton-, el que más creció fue República Dominicana en América con relación al 2019 y estamos entre los primeros 10 que más crecimos en 2021 con relación al 2020”.

El liderazgo político opositor puede criticar, y decir que ellos lo harían mejor, pero los datos que se tienen es que en esta administración se ha registrado un significativo mejoramiento de la economía popular y un calificado control del gasto público, que evita el despilfarro y la francachela.