DESIGUALDAD S.A. El poder empresarial y la fractura global: la urgencia de una acción pública transformadora. Ese es el título del último informe de Oxfam sobre la desigualdad en el mundo de hoy, siglo XXI, enero del 2024.
En sus palabras introductorias, los autores del documento dicen lo siguiente:
Desde 2020, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido. Las penurias y el hambre son una realidad cotidiana para muchas personas alrededor del mundo. A este ritmo, se necesitarán 230 años para erradicar la pobreza; sin embargo, en tan solo 10 años, podríamos tener nuestro primer billonario. Una enorme concentración de poder empresarial y monopolístico está exacerbando la desigualdad en la economía mundial. Siete de las 10 empresas más grandes del mundo tienen un director general milmillonario, o a un milmillonario como su principal accionista. A base de exprimir a sus trabajadores y trabajadoras, evadir y eludir impuestos, privatizar los servicios públicos y alimentar el colapso climático, las empresas están impulsando la desigualdad y generando una riqueza cada vez mayor para sus ya ricos propietarios. Para poner fin a la desigualdad extrema, los Gobiernos deben redistribuir de manera drástica el poder de los milmillonarios y de las grandes empresas hacia el resto de la población. Podremos lograr un mundo más igualitario siempre y cuando los Gobiernos regulen y reinventen eficazmente el sector privado.
Bernie Sanders, senador de los Estados Unidos, es el autor del prólogo del informe, y señala la realidad a la que se enfrentar la humanidad con las profundas y lamentables desigualdades que aguijonean a los países, con pocas decisiones de los gobiernos para obtener algo de igualdad, o reducir tanto como sea posible la desigualdad. A continuación las palabras del senador de Vermont:
Cada año, Oxfam lleva a cabo una labor extraordinaria para llamar la atención sobre el vertiginoso movimiento que arrastra al mundo hacia una oligarquía global, compuesta por unos pocos milmillonarios que poseen y controlan la mayor parte de la economía mundial. Y cada año, este movimiento se acentúa y es cada vez más escandaloso.
He aquí la dura realidad económica a la que tenemos que hacer frente:
Nunca antes en la historia de la humanidad un grupo tan reducido de personas había poseído tanta riqueza.
Nunca antes en la historia de humanidad había existido una desigualdad de ingresos y riqueza de esta magnitud.
Nunca antes en la historia de humanidad se había producido una concentración de la propiedad tan extrema.
Nunca antes en la historia de humanidad la élite de los milmillonarios había disfrutado de tanto poder político.
Y nunca antes en la historia de la humanidad habíamos presenciado este nivel sin precedentes de avaricia, arrogancia e irresponsabilidad por parte de la clase dirigente.
En Estados Unidos, hay tres personas que poseen más riqueza que la mitad de la población con menores ingresos, mientras que el 60 % de las personas trabajadoras vive al día. A pesar del enorme aumento de la productividad de la fuerza laboral y del boom tecnológico, los salarios semanales reales del trabajador o trabajadora estadounidense promedio son más bajos que hace 50 años.
Sin embargo, como señala Oxfam, no se trata de un problema exclusivamente estadounidense, sino mundial. Desde 2020, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido, mientras que la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado (en la actualidad, estos poseen más de 800 000 millones de dólares estadounidenses). Un patrimonio de más de 800 000 millones de dólares ¡en manos de tan solo cinco personas!
Mientras millones de personas se encuentran sumidos en la pobreza en todo el mundo, sin acceso a agua potable y limpia, servicios de salud adecuados, viviendas dignas, o educación para sus hijos e hijas, el patrimonio de las personas más ricas del mundo se ha incrementado en más de tres billones de dólares tan solo durante los últimos tres años.
Hablamos de billones, con b. Los milmillonarios son cada vez más ricos, la clase trabajadora pasa por grandes dificultades, y las personas en situación de pobreza viven atenazadas por la desesperación.
Esta es la triste realidad de la economía mundial. Esta es la mala noticia, pero también hay una buena y es que, gracias a organizaciones como Oxfam, cada vez más personas de todo el mundo están empezando a ver el vínculo entre su dura realidad económica y el carácter destructivo de nuestro actual sistema ultracapitalista, que prima la avaricia y la obtención de beneficios sobre cualquier otro tipo de valor humano.
Las personas trabajadoras, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, están dejando claro que están hartas de ser estafadas y explotadas. Ya no se resignan a ver cómo las empresas registran beneficios récord mientras ellas se quedan cada vez más rezagadas.
Ahora se defienden, y muchas han conseguido importantes aumentos salariales y mejoras en sus prestaciones y condiciones laborales. Es un hecho cierto: si perseveramos en nuestra unión, basada en nuestra humanidad común, tendremos un sinfín de oportunidades de construir una vida mejor para todas las personas.
Podemos garantizar que todos los hombres, mujeres, niños y niñas ejerzan su derecho humano a recibir atención médica. Podemos luchar contra el cambio climático, salvar el planeta y, en ese proceso, generar decenas de millones de empleos verdes y bien remunerados. Podemos aprovechar los avances tecnológicos y el aumento de la productividad laboral para mejorar nuestras vidas.
Podemos erradicar la pobreza y aumentar la esperanza de vida. Podemos conseguir todo eso y mucho más si logramos unir a todas las personas trabajadoras y de bajos ingresos de todo el mundo a fin de construir un movimiento internacional capaz de acabar con la avaricia y la ideología de la élite milmillonaria, y de liderar el camino hacia un mundo basado en la justicia económica, social y medioambiental.
Este informe contribuye a fortalecer nuestra unión. Agradezco enormemente el liderazgo de Oxfam en la lucha contra la oligarquía global y la construcción de un mundo más justo.
Bernie Sanders
Senador de los Estados Unidos de América