Madrid, la capital de España, registra sólo dos grupos organizados criminales, que son de origen dominicanos: Los trinitarios y los Dominican Don´t Play.

La pasada semana siete jóvenes de origen dominicano, de Los Trinitarios, fueron identificados y sometidos a la justicia por las autoridades del Ayuntamiento de Madrid, por haber participado en el asesinato de un un joven de 18 años, de origen dominicano, de la banda Dominican Don’t Play (DDP), en una calle del madrileño distrito de Villaverde.

El diario El País publicó en mayo pasado un reportaje, escrito por la periodista Patricia Peiró, sobre las actividades deportivas de los dominicanos que sí juegan y se divierten con el juego de baloncesto, como lo hacen con el béisbol y con otros deportes, en franca negación con los miembros de las bandas violentas que dañan de forma terrible la imagen de los trabajadores dominicanos en España, que sobrepasan los 80 mil, oficialmente.

El esfuerzo que realiza la embajada dominicana en España, encabezada por Juan Bolívar Díaz, es intenso y comienza a reflejar buenos resultados. Con el apoyo del Banco Central dominicano el embajador y su equipo arañan tanto como les resulta posible para poner en ejecución un programa de recuperación de los jóvenes vinculados con los dos grupos que se disputan los espacios en España, los llamados Trinitarios y los Dominican Don´t Play.

El gobierno del presidente Luis Abinader y la cancillería dominicana han ofrecido apoyo al programa de reinserción de los jóvenes miembros de los grupos delincuenciales, pero han pasado varios meses y no han hecho efectivo el apoyo al programa. No hay recursos para poner en marcha plenamente las actividades de la antropóloga creadora del programa, y que está siendo comprometida por la embajada para reducir al mínimo la delincuencia y la violencia, y que comience a cambiar la imagen de los dominicanos en España y en toda Europa.

Es muy positivo que el diario El país haya publicado una página completa en su edición impresa del pasado 16 de mayo, y lo haya publicado también en su edición digital. Los dominicanos sí juegan al deporte y se insertan en las actividades cotidianas, culturales, gastronómicas, sociales de su comunidad.

Se desconoce las razones por las que el gobierno no ha realizado el apoyo que demanda la embajada para este programa de recuperación de los jóvenes en las actividades violentas. Directamente los miembros de los dos grupos podrían ser incorporados a actividades distintas, si existieran los recursos dispuestos por el gobierno dominicano. Pero los recursos no llegan. Y nadie llame a engaño, porque no se trata de recursos millonarios. Las actividades que han sido puestas en marcha cuentan con el apoyo del Banco Central que ha dispuestos alrededor de 5 mil euros mensuales para apoyar el programa. Si el programa contara con fondos del gobierno, otro gallo cantaría. Paradójicamente lo que ha ocurrido en la embajada de España es una reducción de los recursos destinados a ella.

Tanto el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Alvarez, como el propio presidente de la República, Luis Abinader, tendrán sus razones para apoyar la propuesta que se puso en sus manos, como lo hicieron, y para dar la espalda al momento de entregar los recursos que la embajada dominicana necesita para dar poder a un programa novedoso, atractivo, innovador y necesario que toque al conjunto de la comunidad dominicana en Madrid y en España.

“Son conscientes de que la violencia de estas bandas mancha la imagen de la comunidad dominicana. No en vano una de ellas lleva su gentilicio en el nombre. Aunque los datos muestran que sus miembros son de muchas otras nacionalidades”.

Esta realidad que cuenta el y describe con detalles el reportaje del diario El País es circunstancial, y podría se eliminada si el programa puesta en marcha por la embajada recibe el apoyo del gobierno dominicano. Es mucho mayor, infinitamente mayor el beneficio que se recibiría en la comunidad dominicana, que el monto de la inversión del gobierno dominicano, que es mínima, pero que seis meses despues de haber sido aprobado no hay nadie que desembolse un centavo, con la excepción del monto aprobado por el Banco Central del país, encabezado por Héctor Valdez. Ese pequeño monto mantiene vivo el programa.