El senador demócrata por New Jersey acaba de ser condenado por un tribunal federal de Manhatan, y el dictamen del jurado -que lo declaró culpable de 16 cargos de corrupción- conlleva una prisión de varios años. Su esposa, Nadine Menéndez -que ahora se descubrió tiene cáncer- será juzgada sin fecha, como cómplice del senador. Ella es de origen libanés y casó con el senador en 2020.
Esta es otra de las tragedias a las que se enfrenta el Partido Demócrata en una campaña electoral encabezada por el Partido Republicano, que ya proclamó a Donald Trump como su candidato presidencial, y quien ya anunció la selección del senador de Ohio, J.D. Vance, como su compañero de fórmula.
Pocas veces un legislador norteamericano ha sido cuestionado y acusado por un tribunal por corrupción, como ha sido este caso, en que se ha probado que recibió sobornos en dinero en efectivo, en lingotes de oro, en joyas, automóviles, y que los beneficios de sus traiciones eran para su particular disfrute, con su esposa.
Será el juez Sidney H. Stein quien decidirá la sentencia que corresponde al senador, quien ya presentó su renuncia a la poderosa Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
A Menéndez se le probó que él y su esposa favorecieron a tres empresarios, incluyendo un dominicano (José Uribe) para que recibieron fondos del gobierno de Estados, y en particular para los gobiernos de Egipto y Catar.
“A cambio de los sobornos, Menéndez ayudó a canalizar miles de millones de dólares en ayuda estadounidense a Egipto, donde uno de los empresarios, Wael Hana, tenía vínculos con funcionarios del Gobierno, según los fiscales. Menéndez también fue acusado de tratar de influir en las investigaciones penales de otros dos empresarios, Fred Daibes y José Uribe”, según una publicación sobre el caso.
Hana y Daibes también fueron juzgados y condenados, pero el dominicano Uribe se declaró culpable y fue utilizado como testigo acusador por los fiscales, obviamente contra Bob Menéndez.
Los compañeros de partido de Menéndez solicitaron su dimisión como senador, pero igual que Joe Biden, se negó todo el tiempo a abandonar su posición de legislador. En 2017 ya había sido acusado también de corrupción, por cargos menores, y se mantuvo como legislador y negando la acusación. Ahora también se mantuvo como inocente de los cargos que le imputaban.
Los fiscales encontraron más de 480.000 dólares en efectivo, algunos de ellos metidos en sobres dentro de una chaqueta con el nombre de de Bob Menéndez.
Los abogados del senador, tal vez con su consentimiento, trataron de culpar a la esposa de Menéndez de la propiedad de los 13 lingotes de oro, diciendo que ellos mantenían relaciones y negocios separados, y que los lingotes eran de Nadine, sin que su esposo tuviera alguna información sobre los mismos.
De origen cubano, Menéndez deberá renunciar a su puesto de senador, de acuerdo con el liderazgo del Partido Demócrata, y dependiente de la pena que imponga el juez, deberá cumplir prisión por la corrupción que cometió, poniendo en venta su posición en el senado de los Estados Unidos. Al salir del tribunal que lo condenó, Bob anunció que sus abogados apelarían la decisión, y que ahora cualquier senador podría ser declarado culpable de hechos delictivos, porque él sostiene que es inocente.
Menéndez también se vio seriamente cuestionado por sus vinculaciones con el médico de origen dominicano Salomón Melgen, quien fue condenado el 28 de abril de 2017, encontrado culpable de 67 cargos de fraude al Medicare. Bob Menéndez estuvo involucrado en este caso. El senador y Melgen viajaron muchas veces a la República Dominicana, en donde hicieron fuertes amistades con políticos, empresarios y comunicadores.
Menéndez se defendió del caso Melgen, que estaba acusado de robar 105 millones de dólares del Medicare, dando a los pacientes tratamientos y exámenes innecesarios. La condena contra Melgen fue por 17 años de prisión, pero Donald Trump, antes de salir del poder en el 2020, lo indultó. Obviamente, el senador demócrata Bob Menéndez apoyó esta decisión de Trump horas antes de entregar el poder. Aunque haya apelación de la decisión del jurado, no habría que extrañar que en caso de ganar las elecciones el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indulte a Menéndez como lo hizo con Salomón Melgen.
Controversial, poderoso, audaz, intrigante, conocedor del poder de encabezar una comisión poderosa del senado de los Estados Unidos, Bob Menéndez, siempre que pudo utilizó su poder para aprovecharlo en su propio beneficio y de sus amigos que les suplían fondos para su costoso estilo de vida, como fue siempre el caso del doctor Salomón Melgen.